Para la concertista internacional, su actividad no es elitista..
EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- El piano es su pasión y desde que lo descubrió, Claudia Angélica entendió que debía llegar hasta el fondo de su música, sumergirse en el instrumento y develar uno a uno sus secretos.
A sus 38 años, Claudia Angélica Manchuca Toscana es una concertista internacional de piano. Cuando escucha elogios de su persona, se ríe sonrojada y dice modestamente: “hago lo que me gusta”.
Claudia Angélica es originaria de Gómez Palacio. Pasó su infancia en el Barrio de las Banquetas Altas, donde era vecina del alcalde Octaviano Rendón Arce, en el centro del municipio. Desde los siete años comenzó sus estudios de piano y, luego de buscar becas “en todos los lugares habidos y por haber”, obtuvo el apoyo del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
La pianista rechaza que su actividad sea elitista o sólo para un determinado sector de la población, como se suele creer. Confiesa que no proviene de una familia adinerada ni con muchos contactos, pero reconoce que tuvo algo de suerte, pues no es un sueño fácil de realizar.
“Yo no vengo de un medio elitista, pero siempre estuve con gente que me dijo que se podía lograr, que se podía llegar a algo”, comenta la concertista al presentarse en el Ayuntamiento para recibir un reconocimiento.
Lleva un vestido color beige, poco maquillaje, su cabello corto alborotado y en su cuello un medallón con figura de corazón. Explica que la música clásica requiere mayor difusión entre la población lagunera, pues al igual que todas las melodías, es algo universal.
“En la Comarca Lagunera se ha avanzado muchisísimo, en mi época yo era la única que venía aquí a tocar música clásica”, manifiesta, “ahora ya está la Camerata y tenemos muchas cosas, se disparó mucho”.
Claudia Angélica dice que la música clásica, con mucho esfuerzo y dedicación, sí es redituable: “hay que trabajar muchísimo, pero es una profesión que puede dar para vivir y haciendo lo que a uno le gusta”.
Durante su estancia en Francia, conoció a su actual marido, Philipe, con quien tiene una hija de seis años, francoamericana que, siguiendo los pasos de la madre, también estudia piano.
Cuando toca el piano, Claudia se siente transportada en lo que hace, en la obra que interpreta, como si la música la llevara y ella sólo se dejara ir.
“Lo importante es que uno esté contento de hacerlo, la música es para todos, es universal”, comenta, “el mensaje de la música es pése”.
Para la pianista, la vida es un todo y lo verdaderamente importante es encontrar felicidad en todos los sentidos: estar contenta con sus actividades, realizar la profesión que disfruta y tener una hermosa familia.
“Cuando uno descubre su pasión, tiene que seguir y meterse hasta el fondo”, agrega, “todos debemos seguir la pasión que tenemos”.
La gomezpalatina se prepara para su próxima presentación en Madrid, España, y comenta que también tiene contemplada una presentación en su ciudad natal para antes de que termine el presente año. Por lo pronto, dice que sus estudios continúan, porque “es una carrera que nunca termina”.
Trayectoria.
Claudia Angélica Manchuca es pianista. Nació en el municipio de Gómez Palacio y actualmente radica en la ciudad de Tolouse, en Francia.
-Inició sus estudios musicales a los siete años con la profesora Julia Martínez, en Gómez Palacio, luego se trasladó a Durango y a partir de 1979, estuvo en el Conservatorio Nacional de Música.
-De 1978 a 1985 fue alumna de la pianista Luz María Puente.
-En 1985 obtiene el Premio Nacional de la Juventud por sus actividades artísticas.
-De 1985 a 1987 trabaja en el Conservatorio Nacional de Aix en Provence, Francia, donde obtiene la Medalla de Oro por unanimidad en las clases de piano, música de cámara y acompañamiento.
-De 1987 a 1991 radica en París y asiste a la Escuela Normal de Música de París, donde obtiene diplomas de Ejecución y Superior de Enseñanza por unanimidad, así como el primer premio de los conservatorios de la ciudad.
-En 1991 recibe el primer premio en el concurso Mozart, en la Ciudad de México.
-Desde 1993 reside en Toulouse, donde realiza intensa actividad como profesora, acompañante y solista.
-Sus últimas presentaciones han sido en Francia en los Festivales Goya de Castres, Bonaguil, Jóvenes Intérpretes de Fumel. También ha tocado en la alcaldía de París, en la Ciudad de México y en Stratford, Inglaterra.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón