VICENTE GUERRERO, DGO.- La construcción del relleno sanitario está pendiente. El compromiso de la actual Administración Municipal 2004-2007 de reubicar el actual basurero resulta ser una promesa más incumplida de Bernardo Nevárez Guzmán, hasta el momento.
De hecho los 39 municipios solamente Durango capital tiene relleno sanitario, el resto tiene tiraderos de basura convertidos en focos de infección y contaminación, los cuales disponen de un plazo de un año para presentar proyectos apegados a las normas de ecología y medio ambiente.
Los tiraderos de basura existentes en las 38 cabeceras municipales de la entidad son grandes focos de infección y contaminación para los habitantes, además de presentar una mala imagen y en algunos casos, como en Vicente Guerrero, es un peligro por localizarse a orillas de la carretera Durango-Zacatecas, ya que la espesa humareda ?por la quema de sólidos- quita visibilidad a los conductores.
Además, el regadero de hules y tóxicos afecta al ganado que pasta en las inmediaciones del basurero público, ubicado a un kilómetro del casco urbano de Vicente Guerrero.
Apoyo Federal o mentiras
Una vez que asumió la Presidencia Municipal, Nevárez Guzmán reiteró su compromiso de construir un relleno sanitario, para lo cual anunció tener el apoyo del Gobierno Federal, supuestamente por sus gestiones realizadas en la capital del país.
Miguel A. Herrera, ex funcionario de la pasada Administración, considera que tal vez con mentiras pretendió justificar sus constantes viajes a la Ciudad de México, pues en los hechos ?que es lo que vale- no hay nada concreto, sigue el tiradero de basura como foco de infección y contaminante. A la fecha han transcurrido ocho meses de la promesa y no hay nada concreto, al menos el basurero sigue dando mal aspecto.
Advertencia de Semarnat
De acuerdo a la nota publicada el 4 de enero del presente año en El Siglo de Durango, en la Sección Regional, José Luis García Amaya, encargado de Gestión Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), informó que a partir del 20 de diciembre del 2004 entró en vigor la Norma Oficial Federal que obliga a todas las entidades a asignar los recursos económicos en el presente año para la creación de rellenos sanitarios.
Obstaculizan obra
Al respecto, el ex alcalde José Antonio Ochoa Solano informó que durante su gestión administrativa 2001-2004 se realizó el proyecto de la construcción del relleno sanitario en un predio conocido como Loma Larga, donde se pretendía dar un tratamiento adecuado a la basura, para lo cual emplearía la suma de 250 mil pesos.
También se tenía planeado generar una cultura entre las familias para seleccionar la basura y evitar en lo posible la contaminación, lamentablemente surgieron las ?grillas? de grupos antagónicos y no fue posible aterrizar el citado proyecto.
Malestar por humaredas
?Faltó tiempo para concluir esa obra, por lo que es triste ver el mal estado del tiradero de basura, de donde surgen las densas humaredas que tanto afectan a las familias de las colonias aledañas como Infonavit, UNE, Revolución, entre otras?, señaló Ochoa Solano sin descalificar a la presente administración.
Además, tienen que soportar las moscas que tanto abundan en esta temporada de calor y más con el foco de infección a un kilómetro de esta ciudad.
El terreno de Loma Larga, que consta de 160 hectáreas, era suficiente para muchos años de vida útil, solamente quedó el hoyo donde se construirían las primeras celdas donde tratan la basura, en fin no se concretó.
Hoy, la presente Administración Municipal no responde a ese reclamo de los habitantes que piden la reubicación del tiradero de basura.
Olvido
Durante el trienio pasado Carlos González Martínez, alcalde de Poanas, presentó a los alcaldes José Antonio Ochoa Solano, de Vicente Guerrero; Eduardo Escobedo Orozco, de Nombre de Dios; y Pedro Gabino Galván Corral, de Súchil, un proyecto para construir un relleno sanitario tecnificado a nivel regional, con opciones de reciclar los desechos sólidos.
González Martínez en ese tiempo hizo referencia de las ventajas para los cuatro municipios de aceptar la oferta de una empresa privada de la Ciudad de México, pero terminó por olvidarse y los municipios siguieron con sus tiraderos de basura.
