Resultan alarmantes las cifras dadas a conocer por el Sistema Integral de Consulta de Resultados para el Aprovechamiento Escolar (SICRAE), donde se afirma que una de cada tres primarias y secundarias del país presentan el nivel más bajo de aprovechamiento. Los estados con mayor rezago son: Coahuila, Tabasco, Guerrero, Chiapas y Querétaro.
Estos datos contradicen el discurso oficial por representantes del Gobierno del Estado, quienes afirman que Coahuila ocupa un lugar destacado en los índices de aprovechamiento a nivel nacional. Ante esta realidad llaman la atención las declaraciones de José Manuel Gutiérrez Romero, miembro del Movimiento Estatal de Trabajadores de la Educación, quien afirma que existe desinterés por parte de las autoridades para implementar reformas en el aprendizaje. Por lo que la Secretaría de Educación Pública de Coahuila se ha convertido en un “trampolín político” para quienes ocupan el cargo.
En el sexenio de Rogelio Montemayor, Oscar Pimentel se desempeñó como secretario de educación, para posteriormente convertirse en alcalde de Saltillo. Hoy es diputado federal. Una historia parecida es la de Humberto Moreira, quien tras dejar la Secretaría se convirtió en presidente municipal de la capital del Estado. El maestro Moreira sueña ahora con la gubernatura.
Actualmente esta dependencia es ocupada por María de los Ángeles Errisúrriz Alarcón, quien a la fecha no ha podido dar una respuesta satisfactoria a las irregularidades cometidas dentro del programa denominado Carrera Magisterial.
Muchas veces los maestros son quienes injustamente reciben las críticas por el retraso educativo que presenta no sólo Coahuila, sino el país. Hay que recordar que la calidad de la educación en México pasó del lugar 34 al 37 de un total de 41 países evaluados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Sin embargo, la crítica es a veces injusta.
Por este motivo es necesario impulsar una verdadera reforma, donde se promueva la participación de padres de familia y organizaciones de la sociedad civil en el diseño, gestión y fiscalización de los servicios educativos. Pero sobre todo, es necesario que los funcionarios dejen de ver el cargo como un escalón más en su carrera política.