SOUTHPORT, Carolina del Norte (AP).- Dos adolescentes que quedaron a la deriva en alta mar por seis días sobrevivieron bebiendo agua de mar, comiendo medusas, y nunca perdieron la fe.
"Rezamos todos los días. Rezamos por nuestras familias, por nuestras vidas, para volver a casa. Dios nos respondió", dijo el adolescente Josh Long en un programa matutino de la cadena de televisión CBS. "Yo sabía que El no nos iba a dejar sufrir por ninguna razón".
Long, de 17 años, fue hallado el sábado con su amigo Troy Driscoll, de 15, a 11 kilómetros de Cape Fear -más de 160 kilómetros del lugar donde se perdieron frente a Sullivans Island, Carolina del Sur, el 24 de abril-.
Los muchachos estaban quemados por el sol, deshidratados y exhaustos, pero en buen estado de salud. Se recuperaban en el centro médico de la Universidad de Carolina del Sur, en Charleston.
Los adolescentes saciaron la sed tomando agua de mar y se sumergían en el agua para refrescarse, pero la presencia de tiburones les obligaba a volver a la lancha. Por la noche, usaron un traje de goma para protegerse del frío.
Josh y Troy salieron a pescar tiburones en una lancha de 4 metros durante un día borrascoso. El Servicio Nacional de Meteorología había advertido que las embarcaciones pequeñas no se hicieran a la mar y los amigos se dieron cuenta que estaban en peligro casi de inmediato. Trataron en vano de regresar a nado a la orilla, jalando la lancha con ellos.
Dieron gritos para llamar la atención de la gente en la playa, pero nadie les escuchó. Horas después, estaban perdidos en alta mar.