Incendio consume parte de una vivienda del fraccionamiento Latinoamericano
EL SIGLO DE TORREÓN
Torreón, Coah.- ?Se quema la casa, se quema la casa?, alertaron los niños de la primaria Año de las Americas a su maestra. Un padre de familia, que hacía labores de intendencia, corrió a la casa y vio en la puerta a una niña que lloraba, trató de forzar la entrada y finalmente rescató a la menor por una ventana.
El reloj apenas había rebasado las 10:00 horas, cuando Alfredo Rivas Orozco, de 35 años, vecino de la calle Perú 1162, del fraccionamiento Latinoamericano, observó la columna de humo que salía de la parte posterior de una casa y tomó una varilla metálica para ayudar.
Fernanda Yoselin Lujo Soria, de tres años, fue rescatada por Alfredo Rivas, presidente de la Sociedad de Padres de Familia, que hacía labor de limpieza, para ayudar con los gastos de la escuela. Los Bomberos de la estación Amistad recibieron el llamado a las 10:07 horas.
El incendio se registró en la calle El Salvador, número 1032, entre las calle Nicaragua y Costra Rica, en una casa color morado que acabó tiznada, al propagarse el fuego por los tres cuartos de la vivienda y la sala.
?Vi que la niña pedía ayuda y con un talche trate de abrir la puerta, pero estaba cerrada, Atilano (un intendente), me ayudó y echamos agua con la manguera. A la niña la sacamos por entre la reja de la ventana?, comenta Alfredo a la vez que señala la ventana que esta junto a la puerta principal.
Dora Elia Soria, de aproximadamente 30 años, dueña de la casa, arribó al lugar, sin que se especificara la hora. Los vecinos señalaron que la niña estaba sola; Dora, agobiada y molesta por la tragedia, sólo se limitó a gritar que ?la niña no estaba sola, estaba dormida?.
Con el rostro tiznado y marcas de lágrimas y sudor, Dora Elia entraba y salía de su casa, afuera sólo estaban intactas tres sillas de un antecomedor, un librero ahumado, un guardarropa quemado y la estructura metálica de un colchón. Se ignoran las causas del siniestro.
Dentro de la casa todavía se sentía el calor, todos los cuartos estaban ahumados y la mayoría de los objetos fueron consumidos por el fuego. Una barda de bloques fue derribada para poder cerrar el tanque de gas y proteger la lavadora. Las llamas no llegaron al patio.
La madre de Fernanda Yoselin hablaba por teléfono, de la línea que dentro de su casa no alcanzó a quemarse, no así dos teléfonos celulares que estaban en el librero. Desconsolada, Dora informaba sobre la tragedia por el auricular, mientras que dos amigas llegaron para abrazarla y reconfortarla.
Entre vecinos y curiosos, nadie dijo durante cuánto tiempo estuvo la menor sola en casa o si su madre salió momentáneamente, pero varios padres de familia que iban a llevar el refrigerio a sus hijos a la hora del recreo, reconocieron la acción oportuna y valerosa de Alfredo Rivas.
La hazaña
?Vi que la niña pedía ayuda y con un talche trate de abrir la puerta, a la niña la sacamos por entre la reja de una ventana?.
Alfredo Rivas Orozco
Padre de familia