México, (EFE).- Un equipo de arqueólogos franco-mexicano avanza en el rescate de una zona de Río Bec, en las selvas del estado de Campeche, en el sureste de México, considerada por los expertos una "maravilla excepcional" del Mundo Maya.
El "Proyecto Río Bec", que comenzó hace tres años y se espera que se prolongue hasta 2007, se lleva a cabo con la participación del Instituto Mexicano de Antropología e Historia (INAH), el Estado de Campeche y expertos y empresas privadas francesas.
Localizado en el municipio de Calakmul, unos 1,200 kilómetros al sureste de Ciudad de México, el proyecto, con un costo de 380 mil dólares sufragados por las partes involucradas, busca "preservar una de las zonas arqueológicas más ricas del Mundo Maya", dijo a EFE el director del INAH en Campeche, Carlos Vidal.
"Hay un gran interés académico por precisar a través del estudio de las ruinas de Calakmul las particularidades sociales y económicas de un pueblo que floreció en esa región entre los años 600 y 1000 DC", señaló Vidal.
El complejo consta de varias construcciones de piedra, con puertas y ventanas que "se salen por completo del patrón de las pirámides conocidas del pueblo maya", que se asentó en el territorio de América Central y el sur de México.
Por su parte, el jefe del equipo de arqueólogos franceses, Dominique Michelet, declaró a la prensa en Campeche que la "característica excepcional" del grupo de edificaciones de Río Bec y la distancia entre ellas señala claramente que ese pueblo tenía una concepción concéntrica del mundo.
En Río Bec, río del Roble en lengua indígena, no se percibe con rigidez la jerarquía socio-política de otros pueblos mayas, que tenían pirámides y palacios, una familia real, una corte de nobles y una base de trabajadores agrícolas, explicó el arqueólogo.
"Acá no se distingue esa organización social, pues sus edificios hablan de una zona habitada por nobles y no se distinguen construcciones menores y no hay pirámides con templos en la parte superior", enfatizó Michelet.
Río Bec "es una zona habitacional con varias estructuras importantes y ricas en términos arquitectónicos, pero sin ningún centro rector que pudiera aparecer como el corazón del lugar", dijo el jefe del equipo de arqueólogos.
El también ex director del Centro Francés de Estudios Mexicanos y Centroamericanos (CEMCA), indicó que el proyecto de rescate de Río Bec "marcha por buen camino" y que las investigaciones aportarán datos valiosos sobre el período de esplendor de ese pueblo maya.
Los investigadores también han podido establecer que los habitantes de esa zona tenían un complejo sistema de producción agrícola y de extracción de agua, lo que les permitió alimentarse bien.
Según Michelet, los pobladores de Río Bec llegaron a construir depósitos para almacenar y purificar el agua de lluvia, siguiendo una tradición maya.
"Pero falta mucho por investigar sobre este pueblo grandioso y sobre sus diferencias con otras comunidades mesoamericanas", enfatizó Michelet.
