El espinoso asunto del Periférico, tarde o temprano, habrá de dar color a cada quien en el lugar justo que le corresponda. Por lo pronto, queda el testimonial histórico de las posturas y deslindes: luego de la lamentable pérdida de la vida de un joven y el posterior bloqueo por más de seis horas que realizaron los estudiantes de la Narro, se empezó a mover la pesada y burocrática maquinaria oficial para hacer lo que desde un principio se debió hacer, un puente peatonal. Ante esto, ayer los estudiantes de la Universidad Autónoma del Noreste hicieron lo propio en demanda de lo mismo.
Primero, la papa caliente: Guillermo Anaya pide tiempo, mientras el titular de Desarrollo Urbano, Eduardo Jiménez Saracho, dice que no asume ninguna responsabilidad moral ni legal en el accidente donde murió el estudiante de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, ya que asegura que nunca declaró que el Periférico estaba listo; los funcionarios municipales se resisten a quedar como “chivos expiatorios” en el caso.
En contraste, el propio Enrique Martínez y Martínez, deja en claro que -desde su óptica- la parte del Gobierno del Estado (la construcción de los carriles centrales en el Periférico) es una obra ya concluida, de manera que será el Municipio el responsable de colocar los puentes peatonales necesarios para evitar accidentes. Tan simple, para el mandatario, aunque es una obra que todavía está en proceso, la responsabilidad del Gobierno de la entidad ya quedó concluida con la parte que le correspondía.
Y ahora, el fondo: Fernando Royo Díaz Rivera, presidente del Centro Empresarial de La Laguna, señala que si el asunto lo perfilaran los familiares del hoy occiso por la vía legal, tendrían que acudir a autoridades judiciales para dirimir el caso, en el terreno de la responsabilidad por omisión. Pedro Vásquez Rodríguez, presidente de la Cámara Agrícola y Ganadera, pregunta que cuál era la prisa y que “debe haber un castigo hacia la autoridad que permitió esta apertura de la vialidad”. Y para rematar el cuadro, Víctor Alducin Flores, presidente del Consejo Lagunero de la Iniciativa Privada, manifiesta su enérgico rechazo contra la indolencia e imprudencia de quienes decidieron abrir el Periférico sin montar un dispositivo vial como el que funciona desde ayer martes, un día después de la muerte del estudiante.
En suma, el Periférico habrá de colocar a cada quien, en el nivel de responsabilidad que le corresponda.