En la votación parlamentaria, la derecha sumó un 38.7 por ciento de los votos, frente al 51.7 por ciento de la coalición gobernante.
Santiago de Chile, (EFE).- Con los fuegos de la contienda electoral del domingo aun vivos, la socialista Michelle Bachelet y el derechista Sebastián Piñera ya velan armas para competir por la presidencia de Chile en una segunda vuelta, el 15 de enero.
Aunque ambos intercambiaron zalemas y palabras de buena crianza en un programa de televisión, también hubo dardos, principalmente a través de sus respectivos colaboradores, que se atacaron con dureza en entrevistas, ruedas de prensa y declaraciones al paso.
El presidente chileno, Ricardo Lagos, destacó hoy el triunfo electoral del oficialismo como "una muestra de que los chilenos apoyan a la única coalición que les garantiza gobernabilidad" y pronosticó un "triunfo amplio" de Bachelet en la segunda vuelta.
Computado el 99.32 por ciento del padrón, Bachelet, de la gobernante Concertación por la Democracia, obtuvo un 45.95 por ciento de los votos (tres millones 167 mil 739) y Piñera, del partido Renovación Nacional, un 25.41 por ciento (un millón 751 mil 866).
El también derechista Joaquín Lavín, de la Unión Demócrata Independiente (UDI), logró un 23.22 por ciento (un millón 601 mil 169) y el izquierdista Tomás Hirsch un 5.4 por ciento (372 mil 609), según las cifras difundidas hoy por el subsecretario del Interior, Jorge Correa Sutil.
Tras aceptar el apoyo de Lavín, de quien procuró mantenerse a distancia durante la campaña, Sebastián Piñera se endosó de inmediato la votación del candidato de la UDI para pronosticar su triunfo el 15 de enero.
"Tenemos la primera opción para ganar la elección presidencial, la suma de los candidatos de la Alianza (coalición derechista) alcanzó el 49 por ciento", señaló Piñera en declaraciones a Radio Universo.
"Estamos cerca de la mayoría absoluta, y ahora debemos seguir trabajando con consecuencia, buscando unir a toda la Alianza", añadió.
Según los analistas, no está claro que los votantes de Lavín se pasen automáticamente a Piñera, dada la cruenta lucha que sus partidos libraron en la elección parlamentaria, que dejó heridos en ambos lados.
En la votación parlamentaria, la derecha sumó un 38.7 por ciento de los votos, frente al 51.7 por ciento de la coalición gobernante.
Para Bachelet, según los expertos, será clave atraer los votos de la izquierda extraparlamentaria, que ya se fracturó en la perspectiva de la segunda vuelta.
El candidato presidencial humanista Tomás Hirsch anunció que votará nulo el 15 de enero, lo que fue recibido con desagrado por sus socios comunistas, que se mostraron proclives a un acuerdo con la Concertación para apoyar a Bachelet.
Del 5.4 por ciento obtenido por Hirsch el domingo, sólo la quinta parte es votación humanista, por lo que se prevé que el grueso del electorado de izquierda, por el temor de un gobierno derechista, se volcará hacia la candidata socialista.
Consciente de los más de 1.3 millones de votos que separan a Piñera de Bachelet, el senador de RN Alberto Espina, jefe de campaña del millonario empresario, afirmó hoy que la ex ministra de Defensa "es mala candidata y va a ser una mala presidenta".
Espina, entrevistado por Radio Cooperativa, lanzó un manto de dudas sobre la financiación de la campaña oficialista y llamó a preguntarse por el origen de los fondos.
Agregó que Piñera, cuya fortuna sobrepasa los 1.000 millones de dólares, "no tiene que mirarle la cara a ningún empresario (para conseguir dinero), por lo que, "cuando se siente en La Moneda va a tener independencia para enfrentar los grupos de presión".
Alberto Espina admitió, en todo caso, que será difícil para el empresario atraer a los votantes de Lavín.
Sus declaraciones provocaron una inmediata respuesta de Bachelet, que calificó de "obsceno" el gasto electoral de Piñera.
"Siempre me pareció obsceno gastar esa millonada en tanta propaganda", apuntó la candidata, recordando que Piñera gastó en la la primera vuelta el 69 por ciento del total invertido por todos los candidatos, según estudios independientes.
"Tengo fuerzas (para aguantar la campaña). Alguien me dijo que esta elección había sido un parto, pero yo ya tengo tres hijos. La verdad es que tengo la fuerza, porque el día que supe que iba ser candidata sabía que iba aparecer esto (guerra sucia)", subrayó, en declaraciones al canal 13.
En el Gobierno, el ministro del Interior, Francisco Vidal, ironizó con "la nueva amistad" entre Sebastián Piñera y Joaquín Lavín.
"Piñera decía que no podía ser socio de Lavín por ser el personaje con mayor rechazo. Y ayer estaban abrazados...bueno, eso es parte de la democracia", apostilló.
