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MÉXICO, DF.- El actor Mauricio Aspe terminó de grabar hace poco La Madrastra y ahora se encuentra analizando nuevos proyectos y descansando de varios meses agitados.
Se considera un adicto a la naturaleza, y mientras estaba trabajando trataba de ir los fines de semana a Tepoztlán, Tequesquitengo o Amatlán, donde se recarga de energía positiva; sin embargo, si tiene más tiempo no duda un momento en correr a los sitios soleados y disfrutar de la playa.
Mientras está en la ciudad le gusta ir a los lugares que frecuentan sus amigos, ?no soy muy de bares?, asegura; pero acaba de conocer uno en el centro histórico, en la calle de Motolinía, que era un banco y lo adaptaron como bar.
En una noche ideal Mauricio prefiere su copita de tequila, una cena ligera y un poco de buen jazz. El actor insiste en que es una persona cursi, y como tal, siempre que tiene tiempo lee un libro del brasileño Paulo Coelho, como El Alquimista, El Peregrino, Brida, y El Demonio y la Señorita Prim.
El último que leyó fue A orillas del Río Piedra me senté y lloré, una historia que lo hizo reflexionar sobre el amor y cómo encontrarlo, incluso, en el peor momento de la vida y en los lugares más insospechados.
Si de ejercicio se trata ?disfruto mucho la natación, creo que en mi otra vida fui pez. Para hacer ejercicio voy dos veces a la semana, donde hago algo de pesas y abdominales para mantenerme en forma sin subir volumen; también me gusta mucho el peso libre. Si voy al parque con algún amigo siempre acabamos haciendo competencias?.
?Yo soy muy romántico, dicen que cursi pero si para ellos eso significa ser romántico, me declaro cursi. La cinta Diario de una Pasión es una historia de amor del director estadounidense Nick Cassavetes que habla de las segundas oportunidades que la vida nos ofrece; la verdad me puso muy sentimental y hasta una que otra lagrimita furtiva derramé?, finaliza.
