Buenos Aires, (EFE).- La piel de los presos puede ser una herramienta para prevenir o esclarecer delitos y descifrar los códigos que se utilizan dentro de los penales, según una investigación sobre tatuajes carcelarios realizada en Argentina.
Cinco puntos tatuados en las manos o en cualquier otra parte del cuerpo, así como dibujos de manos esposadas, telarañas o alambres de púas son sinónimo de que su portador pasó por algún centro de detención alguna vez en su vida.
Así lo manifestaron a EFE miembros de un grupo de expertos coordinado por el Ministerio de Justicia que en los últimos cuatro años realizó un estudio en unidades penitenciarias de todo el país y ahora lo está dando a conocer a jueces, fiscales y policías.
"Lo que hicimos fue una decodificación del código cerrado que se utiliza en las cárceles", dijo el subteniente de la Policía Científica Alberto Suárez, quien además de especialista en "leer" tatuajes carcelarios es perito y dibujante de rostros.
El experto comentó que lo que en principio fue una idea surgida de la "curiosidad por conocer el significado de los tatuajes", con el tiempo se convirtió en una pormenorizada investigación que puede tener múltiples utilidades.
"El tatuaje puede ser una herramienta complementaria para la identificación de personas, tanto a nivel de prevención y esclarecimiento de delitos como ante una catástrofe. Tenemos conocimiento de muchos casos", señaló Suárez.
El estudio se realizó mientras esta práctica milenaria está en pleno auge en Argentina, donde según estadísticas recientes uno de cada cinco habitantes está tatuado y en los últimos dos años se triplicó la cantidad de locales dedicados a esta actividad.
El coordinador del Programa Nacional de Criminalística, Eloy Torales, consideró que el trabajo sobre tatuajes carcelarios "puede ser un elemento más para combatir un gran problema actual del país, que es que se esclarece apenas el 2 por ciento de los delitos".
"El tatuaje es una especie de impresión digital" y ha permitido determinar la identidad de algunos de los 193 jóvenes fallecidos en un incendio que se produjo en diciembre pasado en una discoteca de Buenos Aires y "que no podían ser identificados", destacó.
Por su parte, Suárez explicó que en las cárceles el equipo de especialistas que integra se topó con "muchísimas variedades de tatuajes", además de observar que "los códigos son prácticamente los mismos en todo el país".
"Encontramos muchas contradicciones entre quienes tenían puestos los tatuajes y sobre todo con uno de los más antiguos y conocidos, que son los cinco puntos en las manos y pueden significar, entre otras cosas, cuatro policías que rodean a un ladrón o las cuatro paredes del calabozo y el interno en su interior", detalló.
Añadió que "los tatuajes que indican cárcel son manos esposadas, telarañas, arañas o alambres de púas" y sostuvo que alguno de estos motivos "puede estar acompañado por un sol, que es la libertad y la luz, lo contrario de la oscuridad de la tumba" carcelaria.
En cuanto a las serpientes o las víboras tatuadas, Suárez indicó que son "la expresión de rechazo a la policía" y dijo que "si aparecen rodeando un puñal eso significa que impartieron su propia justicia" contra miembros de las fuerzas de seguridad.
El especialista manifestó que los tatuajes también representan los "rangos" que existen entre los internos de un mismo penal y que "la jerarquía más alta está representada a través de 'San La Muerte', que es una calavera con una túnica y una guadaña".
"También encontramos mucha gente que fue condenada por delitos sexuales y salió de la cárcel tatuada con motivos místicos y religiosos, ya que normalmente son protegidos por alguna congregación frente a las agresiones de los otros presos", aseguró.
Suárez diferenció a "los tatuajes carcelarios de los artísticos y los caseros", al sostener que para realizar los primeros los presos "no cuentan con pigmentos vegetales para darles coloración y usan tinta de bolígrafo o cualquier otro elemento disponible".
"Con eso y un par de agujas comunes alcanza. Como los detenidos tienen mucho tiempo libre, el carcelario tiene mucho más trabajo y elaboración que los otros dos tipos de tatuajes, que tienen más que ver con la estética", describió.