EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- El próximo jueves 17 de noviembre se llevará a cabo la presentación del libro Vida y Obra de Santiago Lavín. Los Renuevos de la Vieja Encina de Cantabria, en el salón Benito Juárez de la presidencia municipal, a las 20:00 horas, y cuyo autor es Roberto Martínez García.
El texto es producto de una investigación realizada por el profesor Martínez García, quien abrevó datos de fuentes epistolares del Archivo Histórico Juan Agustín de Espinoza de la Universidad Iberoamericana (UIA) Plantel Torreón, además de documentos localizados en otros archivos, como el General de la Nación, registros públicos y parroquiales, tanto mexicanos como españoles.
Este título, con un tiraje de mil ejemplares, es una coedición de la UIA, el Ayuntamiento de Gómez Palacio y el Patronato del Primer Centenario. Para el autor, representa la contribución de la universidad jesuita a la consolidación de la identidad lagunera, que de manera académica y formal, renueva y mantiene vigente la memoria histórica como origen y fundamento del presente.
Refiere que la obra acerca al lector a un Santiago Lavín de carne y hueso, pues incluye temas hasta ahora inéditos, como la migración cántabra a México durante el siglo XIX, las actividades de los pioneros del cultivo del algodonero en la Laguna y su vida cotidiana, así como los conflictos políticos que cimbraron a nuestra nación y por supuesto, al Estado de Durango.
Sin embargo, tampoco pasa desapercibida la presencia del jurisconsulto, Francisco Gómez Palacio, de quien se hace mención al tratar la época de su gestión al frente del Gobierno Estatal.
El autor explica que el choque entre las diferentes ópticas de la política nacional, combinado con los intereses por acceder al agua del Nazas, generó serios enfrentamientos entre los estados vecinos de Coahuila y Durango. En el centro del huracán, se encuentran unidos Santiago Lavín y Francisco Gómez Palacio, demostrándose en esa y otras ocasiones una lealtad a toda prueba.
Comenta que las cualidades que resaltaron en Lavín fueron su filantropía, amor al trabajo, rectitud y honorabilidad. A esta familia la ciudad de Gómez Palacio debe su existencia, pues Santiago Lavín tuvo el generoso tino de donar lotes destinados a casa-habitación, empresas, instituciones públicas y privadas, y sus herederos prosiguieron el ejemplo.