RODEO, DGO.- Vecinos del poblado Labor de Guadalupe se enfrentaron a golpes y pedradas contra los policías municipales, supuestamente porque éstos en estado de ebriedad pretendían cobrar desquite de una golpiza que recibieron en un bailongo en la comunidad de González Ortega.
El 3 de junio tuvo efecto un baile donde asistieron los vecinos de la Labor de Guadalupe, entre ellos los hermanos Guajardo; por la noche, la policía realizó un rondín donde no solamente revisaba a los parroquianos, sino también los golpeaban sin causa alguna, según Pedro Guajardo Pantoja.
Cuando golpeaban a un joven en estado de ebriedad, Arnoldo Guajardo pidió a los preventivos que no se ensañaran, a lo cual le respondieron a culatazos; al ver esto los hermanos del agredido se lidiaron a golpes con los uniformados, sacando la peor parte éstos.
Incluso, admiten que el comandante de nombre José Luis resultó con un ojo morado y una vez que se calmaron los ánimos les pidieron a los Guajardo que se presentaran a la Dirección de Seguridad Pública el lunes próximo (7 de junio) para deslindar responsabilidades.
Los preventivos no esperaron la fecha: el domingo 6 de junio se presentaron a la Labor de Guadalupe a buscar a los Guajardo, a quienes encontraron en una de las esquinas y sin explicación pretendieron llevarse a Arnoldo a la Comandancia, pero este se negó, recordándoles que la cita sería hasta el lunes.
Según los vecinos de Labor de Guadalupe, los policías andaban en estado de ebriedad, tal como lo acostumbran, sobre todo los fines de semana, y al ver la negativa de Arnoldo lo agredieron a golpes, lo que generó la indignación de los hermanos Guajardo, enfrentándose por segunda ocasión en una batalla campal.
Uno de los policías intentó usar su rifle, pero solamente logró dispararlo al aire, ya que uno de los Guajardo se lo detuvo hasta que se quedó sin tiros; luego recurrieron a las piedras, con la mala suerte que uno de los policías quedó desmayado en el suelo, a quien se llevaron lesionado al hospital.
Pedro Guajardo, padre de los tres implicados en la reyerta, se presentará a la agencia del Ministerio Público a rendir su declaración y acusar a los policías de abuso de autoridad e ingerir bebidas embriagantes en horas de servicio, por lo que se ha perdido el respeto de estos servidores públicos.
Afirmó Pedro que sus hijos no tienen antecedentes de ser agresivos; en esta ocasión los policías los obligaron a defenderse de la prepotencia con que proceden.