Agencias
BANGKOK, TAILANDIA.- El ídolo puertorriqueño Ricky Martin pidió a las autoridades tailandesas que hagan "lo imposible" para ayudar a los niños que han perdido a sus padres en el maremoto que barrió el sureste asiático.
Martin, quien ha prestado su imagen para ayudar al Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), dijo que en Tailandia va a visitar las zonas devastadas por el maremoto y va a realizar una donación a los huérfanos tailandeses a través de su fundación, que tiene un proyecto para combatir el tráfico de menores.
El cantante puertorriqueño, de 32 años, dijo había decidido venir a la región después de la impresión que le causaron las imágenes de muerte y destrucción que vio en la televisión.
"Después de ver estas imágenes en televisión, era imposible quedarme en casa de brazos cruzados", dijo el intérprete de éxitos mundiales como Livin? La Vida Loca y She Bangs.
"Mi visita a Tailandia ha nacido del amor, de la pasión, y de la necesidad de hacer algo", dijo a los periodistas después de reunirse con el primer ministro tailandés, Thaksin Shinawatra, y el canciller Surakiart Sathirathai.
Cuando se le preguntó por el monto de su contribución dijo: "Todo y mucho más", antes de agregar que le gustaría ayudar a construir orfanatos y escuelas.
Martin dijo que está muy preocupado por los miles de niños en los países del Océano Índico afectados por el desastre, donde, según organizaciones humanitarias, los huérfanos están amenazados por bandas de traficantes poco escrupulosos.
Según Surakiart, 323 niños tailandeses han perdido a uno o a ambos padres en el tsunami.
Hasta ahora se han confirmado pocos casos de tráfico de niños, pero la tragedia ha azotado a una de las partes del mundo más expuestas a los pocos escrúpulos de las redes de explotación de menores con objetivos criminales, según UNICEF.
"Desgraciadamente, en momentos como éste, nuestra sociedad es completamente vulnerable, y algunos criminales, los traficantes, se aprovechan de ello", dijo Martin.
"Es muy triste que esto ocurra", agregó. "Necesitaba estar aquí para decir que esto tiene que parar".
Martin se reunió con huérfanos en la Cruz Roja tailandesa y tenía previsto viajar a la isla de Phuket, donde recorrerá las playas devastadas por los maremotos, dijo el canciller.
El ganador del premio Grammy es esperado mañana en un orfanato de la provincia de Phang Nga, en el norte de la isla de Phuket. También visitará el templo budista de Yanyao, que sirve de morgue improvisada donde centenares de restos mortales esperan ser identificados.
Martin insistió en que su presencia en el sur de Tailandia no será un obstáculo para los profesionales en el terreno.
"Tengo un arma poderosa, es la música", dijo.
Surakiart alabó la "enorme compasión" de Martin y dijo que su presencia en las zonas del desastre es tan bien recibida como la de muchos otros dignatarios.
"Ha habido una efusión de corazones, una efusión de generosidad que no tiene fronteras políticas", dijo el ministro.
Martin dijo que le encantaría visitar otros países afectados en la región cuando se lo permitan sus obligaciones.
El cantante y compositor británico Sting estaba igualmente ayer en Bangkok, donde iba a ofrecer un concierto programado mucho antes del tsunami.
También tiene previsto dar una donación de 20 mil dólares a las víctimas del maremoto y los organizadores del concierto 50 mil dólares, según la prensa.
El maremoto del Océano Índico ha dejado un saldo provisional de casi 160 mil muertos, de ellos cinco mil 300 en Tailandia.