Cuando se habla de las razones que algunos peloteros dan para no reportarse a los entrenamientos en la fecha establecida, en verdad resultan increíbles los argumentos que se escuchan. Si la cita es para el diez de febrero, un día antes se les ocurre cambiarse de casa, o bien, algún pariente se enferma, y en otras ocasiones sólo se habla de problemas familiares o de tipo personal.
En el caso de Vaqueros Laguna, del 21 al 24 de febrero se contó con la presencia de Tom House, un brillante instructor de pitcheo que ha transmitido valiosas enseñanzas a lanzadores tan grandes como Randy Johnson, Greg Maddux y Mark Prior, por mencionar a sólo tres. Platicamos con House el lunes, cuando iniciaba su trabajo en el Estadio de la Revolución, y señalaba que uno de sus objetivos principales era capacitar a los coaches de pitcheo, en este caso Vicente ?Huevo? Romo y Adolfo Navarro, quienes van a caminar de la mano con los serpentineros durante el resto de la pretemporada y hasta donde llegue el equipo a lo largo de todo el calendario regular, y se espera que hasta muy avanzado el playoff.
Quizá al tener a Tom House en el campamento, se piense que el beneficio es exclusivo de los pitchers jóvenes, sin embargo, lo positivo de esta corta visita va más allá de eso y también alcanza a peloteros de experiencia, incluso de ligas mayores, como es el caso de Ben Rivera. El dominicano aprovechó al máximo la presencia de House en el Estadio de la Revolución y manifestó a la directiva que de haber trabajado antes con esta persona, seguramente nunca hubiera sufrido una lesión en su brazo.
Afortunadamente, a excepción de Javier Chapa, todos los serpentineros mexicanos pudieron aprovechar la estancia de Tom House, y es ahí donde se empieza a entender el porqué de los beneficios de reportar temprano a la pretemporada. No hay pitcher, por muy experimentado y estelar que sea, que no pueda recibir un buen consejo de House y Ben Rivera lo aprovechó, lamentablemente no lo hicieron: Doug Linton, Adrián Hernández, Rolando Viera y el mismo José Vargas, si es que finalmente aparecen en el campamento de pretemporada.
Heriberto Salas, ya visiblemente cansado, alrededor de las 13:00 horas, hablaba ayer de lo intenso de la práctica, el ?Chapo? se disponía a participar en la parte final bajo las órdenes de Marco Antonio Soto, y decía convencido que es la mejor forma de llegar bien preparado al inicio de una temporada, con los beneficios que eso representa, como empezar con buenas actuaciones y, sobre todo, evitar las lesiones.
Hoy, en la ofensiva de Vaqueros Laguna, Gerardo Sánchez tiene un verdadero crucigrama por resolver, ya que cuenta con muy buenos bateadores mexicanos, como es el caso de Cornelio García, Rafael Castañeda, ?Bobby? Lara, Raúl López, José Amador Rodríguez, Abel Martínez y Julio Reyes, entre otros; en dónde, entonces, colocar a Rafael Álvarez, si las cosas se hacen correctamente, el venezolano deberá demostrar con hechos, ser mejor que los mencionados y merecer un lugar en el outfield; la misma dosis deberá aplicarse en el caso de Rudy Pemberton, que no jugó en la Liga del Pacífico, y a pesar de radicar en Monclova no estuvo el 21 de febrero, de acuerdo a lo estipulado, y que sí cumplieron la mayoría de sus compañeros.
El problema del pelotero pasa, en este caso, por el aspecto económico, ya que al no recibir una remuneración durante la pretemporada no se le puede obligar a reportarse en determinada fecha, y es aquí donde entra el profesionalismo de cada pelotero, traducido en el deseo de tener una buena pretemporada para aspirar a realizar cosas importantes durante el calendario regular y hasta donde llegue el equipo.
Hoy los peloteros ausentes en el campamento son cinco extranjeros, ya con su contrato firmado para jugar con Vaqueros Laguna, sin embargo, por una u otra causa no trabajan al parejo de sus compañeros y eso puede repercutir en el desempeño, tanto individual como en lo colectivo, porque en esta organización aún son tiempos en que se depende bastante del aporte de los importados.
Y una buena noticia es ver a Fernando Barreras ya sin el yeso en su mano derecha, luego de la fractura que le provocó un accidente en casa. Barreras fue el mejor lanzador mexicano durante el playoff de 2004 frente a los Saraperos de Saltillo, y por esta razón se ha pensado en él para ocupar uno de los cinco lugares de la rotación de abridores. Fernando comentaba que más o menos en diez días estará listo para lanzar, y a partir de entonces va a intensificar su trabajo, con el fin de reportarse para cuando se cante el playbol, el 19 de marzo.
