Hoy en día existe honda preocupación en el seno de Vaqueros Laguna; directiva, cuerpo técnico y jugadores, libran una lucha intensa, en busca de dejar atrás la mala racha de derrotas que se inició desde su segunda serie en casa, frente a los Rieleros de Aguascalientes.
En el espacio anterior se hablaba de las debilidades del pitcheo, departamento que ha fallado rotundamente en Vaqueros Laguna, porque los números no mienten y en ese aspecto el equipo naranja es penúltimo de la liga, sólo arriba de los Guerreros de Oaxaca. Sin incluir el juego de anoche, el récord era de 4-11 en ganados y perdidos; 7.64 de carreras limpias por cada nueve entradas; el total del pitcheo lagunero ha trabajado 132 innings, le han conectado 182 imparables, 21 jonrones, han otorgado 71 bases por bolas y han recetado 90 ponches.
Los Potros de Tijuana son líderes en bases por bolas concedidas con 96 y Vaqueros ocupa la segunda posición. Es claro entonces que hoy en día dos hombres tienen una misión complicada: Vicente ?Huevo? Romo y Adolfo Navarro, coach de pitcheo y de bullpen, respectivamente. Durante la pretemporada, cuatro días trabajó aquí Tom House, con valiosos consejos y antes de viajar a San Diego fue claro en sus conceptos: ?hoy la responsabilidad es de los coaches de pitcheo, yo di algunos tips que son útiles e incluso dejo material para que los encargados continúen la labor?. No hay entonces, vuelta de hoja, las personas encargadas del pitcheo tienen enfrente un reto interesante porque de su éxito depende la buena marcha del equipo que maneja Gerardo Sánchez.
Fernando Barreras y Federico Castañeda son dos elementos en quienes se depositó una gran confianza antes del arranque de la temporada; Barreras como relevo largo y Castañeda como el cerrador que dejara listas las cosas para el ingreso de Ben Rivera. En la medida que estos dos elementos enderecen el camino, la nave naranja levantará el ancla y podrá llegar a tierra firme. Desde luego, la incorporación de Manuel Bernal es clave, como también el hecho de que en sus salidas como inicialista, Carlos García ha estado lejos del nivel que un día tuvo con los Diablos Rojos del México.
Al tener esta clase de problemas, se antoja que elementos como Fernando Guerrero y Jesús Manuel López, deben lanzar más seguido; por algo ambos elementos están en el roster de 28 y aunque la temporada apenas vive sus primeros partidos, estos jóvenes lanzadores ya dieron muestras de al menos ser merecedores de una mayor oportunidad.
Aquí se ha señalado en repetidas ocasiones que una carencia muy evidente es la de un cuarto bate y al respecto se puede señalar que los mismos Tigres de Puebla no tienen un elemento natural para esa posición, la cual hoy ocupa Javier Robles, desde hace varios años el titular de las paradas cortas en la escuadra felina. Aquí la diferencia es que el plantel cuenta con dos líderes que pesan en el terreno: Matías Carrillo y el propio Robles, quienes con su calidad y experiencia juegan un papel importantísimo en el plantel.
Hoy en día resulta interesante conocer los conceptos del presidente de Vaqueros Laguna, el directivo da la cara, ve al frente y dentro de la preocupación natural de un momento tan difícil, se voltea a una opción y luego a otra, se analizan combinaciones a realizar y se concluye que el pitcheo es hoy el máximo dolor de cabeza en la novena. Ofensivamente el problema es menor porque sólo se reduce a la necesidad de un cuarto bate, el cual es muy necesario tener, cuando no se cuenta con un plantel como el de los Tigres.
El equipo felino da pasos firmes para conseguir la hombrada porque el propietario decidió jugar este año sólo con peloteros mexicanos; Jorge Campillo, su mejor lanzador, se encuentra en los Estados Unidos, después de gran campaña en la Liga Mexicana del Pacífico y por si fuera poco, Luis Carlos García, un titular indiscutible, no está con el equipo, al soltarse el pelo y pedir un sueldo de 22 mil dólares mensuales y diez mil pesos para renta de una vivienda.
Existen reportes de que el pasado fin de semana, Enrique Reyes recibió abucheos en Puebla, durante la serie frente a los Diablos Rojos del México y al enterarse uno piensa en las injusticias que ocasionalmente suele ofrecer el beisbol a quienes de alguna manera forman parte de él. Aquí en casa el público aún parece tener paciencia, aunque hay ?aficionados? que desde la tribuna central se han metido fuerte con Gerardo Sánchez, en una actitud reprobada por el público que aún sabe disfrutar del beisbol, así el resultado no sea favorable a su equipo consentido.