Alejandro Soto Jurado, anotador oficial en el Estadio de la Revolución, dijo haber cambiado la decisión en el batazo de Cornelio García en donde hubo mal fildeo de Édgar Quintero en el jardín izquierdo. Por lo anterior, la decisión oficial queda en sencillo de Cornelio con el que Heriberto Salas llega a tercera, para anotar en el error del jardinero, mientras que en la pifia el corredor toma una base extra.
Parece un hecho poco significativo, pero el lanzador de Sultanes, Sergio Mora, había recibido una carrera limpia injustamente, ahora la anotación es sucia y no afecta su promedio de efectividad. Cornelio García, por su parte, queda con un hit sencillo y se le quita la carrera producida que tenía, de acuerdo al primer señalamiento oficial. Alejandro señala que al analizar la jugada se consideró que Édgar Quintero pudo detener el viaje de la pelota, lo que habría evitado el avance extra de los corredores.
Al hacerse oficiales los castigos para Adán Amezcua, receptor de Sultanes y Roberto Ramírez, lanzador de los Diablos Rojos del México, se antoja una revisión minuciosa al reglamento, en lo referente a los lanzadores, quienes incluso en una bronca no pueden bajarse de la loma de pitcheo. Quienes vieron el problema entre Javier Robles y Ben Rivera en el Estadio de la Revolución, así como el video de la riña entre Adán Amezcua y Roberto Ramírez, estarán de acuerdo en que es imposible que el pitcher se mantenga en la loma cuando va hacia él un energúmeno con el casco en la mano.
Es lamentable para Amezcua que su trabajo en el beisbol se haya visto afectado por ese carácter, el cual primero le impidió hacer carrera en Estados Unidos y a su regreso le ha provocado muchos problemas en la Liga Mexicana. Nadie puede dudar de la categoría de Amezcua, uno de los grandes receptores que ha tenido el beisbol profesional de México, sin embargo, el carácter le lleva a cometer errores que poco a poco han perjudicado su trayectoria. Durante la antepasada campaña de la Liga del Pacífico, el receptor de los Tomateros de Culiacán protagonizó una acción lamentable en el pentágono, cuando el corredor de Mazatlán que intentaba anotar se barrió limpiamente. A Adán no le gustó la jugada y de inmediato buscó arreglarla con golpes.
En cuanto al problema del domingo anterior en el Estadio Monterrey, el video muestra que nunca hubo intención de Roberto Ramírez por dar el pelotazo, sin embargo, Amezcua de inmediato se fue, casco en mano, sobre el lanzador zurdo para provocar el bochornoso espectáculo que ahora sí, la futbolera televisora se encargó de difundir a nivel nacional y fuera de nuestras fronteras.
Héctor ?La Malita? Torres, en entrevista para este diario, habla de que las broncas y los lanzamientos pegados siempre han existido en el beisbol y las considera situaciones normales en un partido. El que fuera campeón mundial infantil en Williamsport también se refirió al trabajo de los ampayers y suena justa la apreciación, al definir su trabajo como una labor complicada, ya que deben tomar una decisión en cada lanzamiento.
Sin lugar a dudas, al manager de los Sultanes de Monterrey le asiste la razón, aunque se han visto actuaciones muy tibias de los ampayers, como Orlando López, que con todos los argumentos para expulsar a Demond Smith y Dyonis César, simplemente vio como este par de peloteros hacían su berrinche, como una muestra de lo que no se debe hacer en este deporte.
El pasado cinco de abril, Carlos Nava era el ampayer principal en el primero de la serie entre Tigres y Vaqueros Laguna, Javier Robles quiso anotar desde primera con imparable de Luis Mauricio Suárez, pero fue decretado out; el campo corto felino de inmediato reclamó fuerte la decisión, mientras que Carlos Nava sólo se dedicó ver y escuchar los improperios del pelotero, que tranquilamente se mantuvo en el partido.
La situación de Orlando López en el primero del compromiso ante Sultanes, es preocupante, porque después de los reclamos de Demond Smith y Dyonis César, todos los lanzamientos dudosos fueron señalados como bolas, cuando un bateador de los Sultanes de Monterrey estaba en turno. En esta misma temporada se han visto aquí trabajos de Óscar Marín como ampayer principal, en donde el más mínimo reclamo le cuesta la expulsión al pelotero rijoso, sin importar a cual equipo pertenezca. Óscar Marín, como cualquier ampayer está expuesto a las equivocaciones como todo ser humano, pero cuando el reglamento dice claramente que reclamar el conteo es causa de expulsión, lo único que debe hacer el encargado de impartir la justicia, es lo que está estipulado por escrito.
Y qué interesante la duda de Héctor ?La Malita? Torres, cuando la tercia de ampayers que trabajaba en el Foro Sol la serie entre Campeche y México, para el segundo juego apareció en el Parque Hermanos Serdán, en el compromiso de Sultanes y Pericos. Mientras no se informen las causas, se pensará que los Diablos Rojos se sintieron perjudicados al perder aquel partido y el peso de esa directiva ante la Liga Mexicana obligó a hacer el cambio de sede para dos tercias en una misma serie; vaya que si es algo raro y difícil de aceptar.
