Diariamente, en las tribunas del Estadio de la Revolución, en la plaza comercial y en el estacionamiento del inmueble, varios aficionados nos cuestionan sobre la situación de Vaqueros Laguna y las posibilidades del equipo para levantar el vuelo.
Señalar que al equipo naranja no le ha funcionado el pitcheo es repetitivo, como lo es hablar de las lesiones y los afectados por una fuerte infección que dañó principalmente al ?Duquecito? Adrián Hernández; hoy la realidad es que la novena de Gerardo Sánchez enfrenta en casi todos los casos a equipos mejor armados, que lógicamente terminan por imponerse.
Vaqueros Laguna limpió en casa a Guerreros de Oaxaca, después ganó tres juegos en la gira por San Luis y Aguascalientes, para barrer a Sultanes de Monterrey en el Estadio de la Revolución; la racha fue bienvenida y sirvió para meter al equipo de lleno en la pelea de la Zona Norte, aunque no por ello el panorama para los laguneros era ya color de rosa; las carencias se mantenían presentes y la buena racha se debió a que el equipo nunca ha dejado de pelear.
Los Guerreros de Oaxaca se presentaron como el peor equipo de la liga en pitcheo colectivo, y Vaqueros, con todos sus problemas, aprovechó la situación para llevarse la serie. En San Luis Potosí se tuvo todo para ganar el compromiso por limpia y sólo se obtuvo un triunfo, mientras que en el Parque Romo Chávez se jugó con el corazón para ganar dos de tres a los Rieleros de Aguascalientes.
Llegaban los Sultanes de Monterrey al Estadio de la Revolución y lo hicieron en medio de una enorme crisis, provocada por la inconformidad del grupo con el entonces manager, Héctor ?La Malita? Torres. La racha negativa provocó el cambio de manejador, y ahora con Leo Rodríguez Jr el equipo está de nuevo en el nivel que debe, de acuerdo a su roster. Es importante señalar que la racha de Vaqueros Laguna tiene todo el mérito y los triunfos supieron a miel, pero el ubicarse en la realidad obliga a reconocer que la novena de Gerardo Sánchez necesita cambios sustanciales y urgentes.
La pregunta de los aficionados fue directa: ¿usted qué haría para mejorar al equipo? La respuesta no es fácil porque se pueden señalar las posiciones que deben reforzarse, pero la escasez de peloteros de calidad cada día es mayor y de ahí las dificultades para traer refuerzos que garanticen. Bajo esa aclaración se ofrece el punto de vista sobre las necesidades primordiales.
Hoy traer un receptor es clave para lograr que la novena levante el vuelo; si hablamos de los mejores de la Zona Norte, Saltillo, Sultanes y Aguascalientes cuentan con buenos catchers, como Noé Muñoz, Adán Amezcua y Alexander Delgado, respectivamente. En Vaqueros, Héctor Estrada ha realizado un gran esfuerzo pero ya le han cobrado la factura al aparecer los problemas físicos; Carlos Pacho no ha sido lo que se esperaba, a pesar de su excelente brazo, y Norberto Lizárraga es apenas un receptor en pañales, que difícilmente podrá cargar el peso del equipo en una posición tan importante.
Se requiere con urgencia conseguir un jardinero izquierdo mexicano, ya que Julio Reyes pronto ocupará la pradera derecha y Ramón Espinosa luce inamovible en el central. En estas líneas se ha alabado el trabajo de Ricardo Ruiz en el left, pero se trata de un esforzado jugador, digno del mejor reconocimiento.
Evidentemente en el cuerpo de pitcheo se requieren los mayores ajustes: punto fundamental a considerar es el de Javier Chapa y Manuel Bernal, dos elementos que estaban tomados en cuenta pero que por situaciones de carácter físico no han podido hacer siquiera un lanzamiento en la presente campaña. Los graves problemas en este departamento obligan a traer otro brazo importado, así se tengan ya los de Adrián Hernández, Oswaldo Mairena, Elio Serrano y Ben Rivera. Si Fernando Barreras, Javier Chapa o Manuel Bernal están en condiciones de regresar pronto, entonces el jardinero que se requiere podría ser extranjero y qué mejor si se trata de un bateador de poder.
En este momento se cifran esperanzas en serpentineros como Carlos Gutiérrez, Fernando Barreras que regresa, Julio César Jiménez, Emerson Esparza, Édgar Ahumada, Elio Serrano y desde luego, Ben Rivera, para que el staff funcione. El zurdo Jesús Treviño está muy cerca de regresar a la circulación, luego de que su problema no requirió la intervención quirúrgica y este mismo día deberá hacer bullpen en el Estadio de la Revolución.
Termina este día la serie en Monclova y la semana que inicia será una verdadera prueba de fuego para Vaqueros Laguna y su cuerpo de lanzadores, al presentarse Diablos Rojos del México y Potros de Tijuana, ambos plagados de cañoneros de grueso calibre, que sin duda alguna serán un termómetro para saber de qué está hecho el equipo de Gerardo Sánchez.