Un problema que ha afectado a Vaqueros Laguna esta temporada es la ?plurifuncionalidad? que los managers han querido encontrar en algunos elementos, como producto de las necesidades de la novena. En el arranque del calendario regular, el outfield lagunero tenía a Rafael Álvarez en el jardín izquierdo, Ramón Espinosa en el central y Rudy Pemberton en el derecho. El venezolano Álvarez y el dominicano Espinosa salieron del equipo por lesiones, mientras que Pemberton le quedó a deber a la organización y al público que confió en él, para irse a los Langosteros de Cancún, después de haberlo aguantado más de la cuenta.
Eran tiempos de Gerardo ?Polvorita? Sánchez en la dirección cuando Rafael Álvarez se fracturó un dedo en aquella bronca que inició Javier Robles al agredir, casco en mano, a Ben Rivera en el Estadio de la Revolución. Francisco Omar de la Torre esperaba una oportunidad, pero a pesar de tratarse de un jardinero natural, se optó por habilitar al infield Ricardo Ruiz como guardián del prado izquierdo.
Posteriormente, ya en la era del manager Antonio Aguilera, un lanzamiento de Pablo Joel Ochoa, también en el Estadio de la Revolución, fracturó la mano del dominicano Ramón Espinosa y quedó fuera de circulación por el resto de la temporada. Omar de la Torre seguía en espera, pero entonces el que pasó a cubrir el jardín central fue Raúl López, con grandes deficiencias defensivas en esa posición, como también las enseñó cuando fue habilitado en tercera base, por la lesión de Abel Martínez, a pesar de tener en el dougout a Rafael Castañeda, antesalista natural de toda la vida que ya veterano se mantiene como un efectivo guardián de la ?esquina caliente?.
Ricardo Ruiz hacía un gran esfuerzo en el jardín izquierdo, pero sus fallas salían a flote por tratarse de un utility de infield. Como se dice en el argot, a Ricardo Ruiz le ?quemaron la garrocha? y se fracturó una mano, para que fuera hasta entonces, y porque no había otro, cuando Francisco Omar de la Torre recibió la oportunidad de jugar regularmente, con excelentes resultados defensivos en el jardín central; quizá a la ofensiva no sea de lo mejor, pero cómo puede un joven mejorar si no es en el terreno de juego, al fragor de la batalla.
De los Rieleros de Aguascalientes vino Idelfonso Lara a cambio de Federico Castañeda; por exceso de primeras bases Lara fue al jardín izquierdo, en donde alternaba con Julio Reyes, mientras que para cubrir la ausencia de Ramón Espinosa en el central se contrató a Greg Martínez, que enseñó buenas cosas hasta que dejó el beisbol para buscar un lugar en el cuerpo de bomberos de Las Vegas, Nevada. Estos movimientos hicieron que injustamente Francisco Omar de la Torre fuera de regreso a la banca.
Hasta que Greg Martínez se fue del beisbol el tapatío De la Torre regresó a la pradera central, y su trabajo defensivo está muy por encima de lo que se puede pedir a un joven. Hoy Omar de la Torre es dueño de la posición, pero los problemas defensivos se mantienen en el jardín izquierdo, en donde ?Bobby? Lara hace un buen esfuerzo pero sus características le han traído problemas, y eso fue evidente ayer en el primero de la serie, al no atrapar un batazo fildeable de Mario Valenzuela cuando había dos outs; la pelota picó para convertirse en doble productor de dos carreras que mucho pesaron.
Hoy los problemas continúan para formar la novena porque la lesión de Melvin Nieves lo llevó a cubrir la primera base, que no es su posición, pero ahí se habilita con el fin de aprovechar su excelente ofensiva; una buena opción para Nieves sería actuar como bateador designado, con ?Bobby? Lara en primera base. La salida de Raúl López defensivamente no ha afectado porque lo mejor del zurdo es su ofensiva, la cual decreció notablemente cuando lo sacaron de la inicial, su posición natural.
Ojalá que los refuerzos cubanos, Amaury Sanit y Michel Abreu reporten ya al equipo, el cual a pesar de todo tiene posibilidades de meterse al playoff, aunque la situación es complicada para lograrlo. Sanit reforzaría el pitcheo abridor, mientras que Abreu se uniría a Melvin Nieves, que hoy luce solitario en esa labor por la ausencia de gente importante como Cornelio García y Abel Martínez.
Y enviamos saludos cordiales hasta Saltillo a Jorge Luis Lechuga, Jorge Vilches y Gonzalo Camarillo; los dos últimos hicieron ayer comentarios de gran interés, los cuales deberían tomarse en cuenta, porque la Liga Mexicana, el circuito profesional más importante del país, necesita terminar con vicios que mucho afectan el buen desarrollo del Rey de los Deportes, algo que anhelamos quienes verdaderamente queremos al beisbol.
