Hoy en día la Liga Mexicana de Beisbol y su presidente, Alejandro Hütt Valenzuela, parecen blancos a modo para darse vuelo con toda clase de críticas por algunas decisiones que se han tomado, las cuales, al parecer, han sido equivocadas. No es ético, sin embargo, despedazar a alguien cuyo punto de vista no se conoce, y en este momento nada resulta más interesante que saber lo que piensa al respecto el titular del circuito que recientemente cumplió 80 años.
Hemos hecho un gran esfuerzo por hablar con Alejandro Hütt Valenzuela, pero todo resultó en vano; a través de Emmanuel Rustrián solicitamos una explicación sobre los últimos acontecimientos que tienen a la Liga Mexicana como un circuito similar a los tiempos de Jorge Pasquel, que en base a la chequera hacía y deshacía, siempre guiado por sus intereses particulares.
Lo más cómodo actualmente es criticar severamente a Alejandro Hütt Valenzuela, pero no es correcto hacerlo sin conocer las razones que le han hecho dar marcha atrás en algunos acuerdos, y sobre todo, lo mucho que se ha dicho en torno al doble for fit señalado en contra de los Langosteros de Cancún para beneficio de los Pericos de Puebla.
Existe una versión confirmada de que la decisión de los ampayers en contra de los Langosteros de Cancún se dio en base a la presión de Cuauhtémoc ?Chito? Rodríguez, presidente de los Tigres de Puebla, quien antes que nada debería explicar su presencia en el Parque Roberto Ávila de Cancún, cuando su equipo jugaba como local en el Parque Hermanos Serdán de Puebla.
Alejandro Hütt Valenzuela visitó El Siglo de Torreón cuando se iniciaba su gestión al frente de la Liga Mexicana, José Antonio Mansur Beltrán lo acompañaba, y entonces se habló de grandes planes, todos de bastante interés y tendientes a mejorar el beisbol, en base a buenas asistencias en los parques y a un programa de mercadotecnia que beneficiara a los 16 participantes. Hütt aceptó entonces que no era un gran conocedor del beisbol, pero estaba seguro de aportarle muchas cosas buenas a este hermoso espectáculo.
Señalar los errores de Alejandro Hütt Valenzuela hoy parece lo más fácil, pero sería injusto omitir las muchas cosas buenas que ha hecho en poco tiempo por el bien de la Liga Mexicana. Bien o mal, el circuito tiene su revista propia; hace muchos años que no se veía un Juego de Estrellas como el de 2005, con tres días de intensa e interesante actividad en Puebla.
Alejandro Hütt es evidentemente una buena persona, sus intenciones positivas se pueden apreciar aun sin platicar muy seguido con él y las cosas positivas que ha realizado en corto tiempo ahí están, ese mérito nadie se lo puede negar. Que existen fallas, es indudable, pero aquí es donde se requiere, primero dar una explicación de los hechos que han causado polémica y también apoyarse en una persona de experiencia, que bien podría ser Néstor Alba Brito, un elemento que desde hace varios años prácticamente ha manejado al circuito, en la era de Pedro Treto Cisneros, José Orozco Topete, Gustavo Ricalde Durán, Raúl González Rodríguez y no sabemos si ahora con Alejandro Hütt.
La posición actual de Alejandro Hütt Valenzuela es muy complicada porque equipos que promovieron su llegada a la Liga Mexicana hoy le han dado la espalda, mientras que otros, como los Saraperos de Saltillo, quizá festejen los muchos problemas que vive la liga, al no haber estado nunca de acuerdo con el nombramiento de Hütt Valenzuela como titular del organismo.
Alejandro Hütt se echó como enemigo al equipo de Saltillo desde aquella polémica en el caso de Hipólito Pichardo; muchas cosas se hablaron del problema y la solución final dejó gran malestar en la organización que encabeza Juan Manuel Ley López. Al lanzamiento de las Beisbol Cards, dos equipos se opusieron: Saltillo y Tabasco, a manera de protesta por la gestión del nuevo presidente de la liga. Vino el caso de Raúl López, que primero viajó a Monclova para incorporarse a los Rieleros de Aguascalientes, y después tuvo que unirse a El Águila de Veracruz, en donde jugó siete partidos, luego fue inhabilitado diez días para determinar que tenía que regresar a Vaqueros Laguna.
Todos los problemas que se mencionan, y algunos más que se han dado, necesitan una explicación, porque cuando las decisiones se toman sobre bases sólidas, no queda más que aplaudirlas, así se vean afectados los intereses propios. Hoy el silencio en que ha caído Alejandro Hütt sí pueden hacerlo quedar mal y si él está convencido de que lo hecho ha sido dentro de los lineamientos, está obligado a dar la cara y demostrar a sus detractores que están equivocados.
Mientras lo anterior no suceda, un mar de dudas se va a extender en torno al beisbol de la Liga Mexicana de Beisbol. El circuito profesional más importante de México no merece estar en la situación que hoy se encuentra, y quiénes más que las personas que lo forman para explicar las cosas que en estos momentos parecen erróneas.
