La primera noticia que da la directiva de Vaqueros Laguna, de cara a la temporada 2006, no podría ser más halagadora; Juan Navarrete es el elegido para hacerse cargo del timón de la novena lagunera y sólo faltan pequeños detalles para que la contratación sea un hecho.
El primer escollo que se libró fue conseguir la autorización de los Olmecas de Tabasco para platicar con el del barrio de Las Cuadras; el equipo sureño, a través de Raúl González, dio luz verde a los laguneros por medio de Felipe Rodríguez. Navarrete es por ahora un hombre entusiasmado con la idea de manejar al equipo de su tierra, porque ese es un sueño que tiene desde varios años atrás.
Campeón en 1993 como piloto de los Olmecas de Tabasco, Navarrete no ha recibido la oportunidad que merece en la Liga Mexicana, y después de regresar con el conjunto sureño en 2004, en la temporada 2005 las condiciones de la directiva tabasqueña fueron muy diferentes a lo que se había acordado antes de que Raúl González asumiera la presidencia de aquella organización. Navarrete regresó entonces con los Atléticos de Oakland, en donde tiene las puertas abiertas por su profesionalismo y capacidad.
La noticia no es excelente por el simple hecho de tratarse de un manager lagunero, sino por el trabajo que el ?Kilillo? sabe realizar a lo largo de todo el año, con atención especial para los prospectos de la organización, y que viene a caer como anillo al dedo en Vaqueros Laguna, un equipo que requiere con urgencia una labor bien planificada para el desarrollo de sus jóvenes peloteros.
Cuando Ramón ?Diablo? Montoya dirigió a los Algodoneros de Unión Laguna en 1987, comentamos al entonces gerente general, Guillermo Garibay Fernández, la necesidad de contar con un manager de tiempo completo, es decir, que trabaje en verano e invierno y que sea parte medular en el proceso tan difícil de desarrollar nuevos jugadores; pasaron 19 años para que el equipo de casa contratara a un manager que gusta de trabajar todo el tiempo y que afortunadamente es nativo de Gómez Palacio.
Juan Navarrete es un manager que dialoga con sus directivos y pone las cartas sobre la mesa; en el verano, en la preparación de la temporada de la Liga Mexicana, y durante el invierno, con el proceso de formación de los peloteros naranjas.
Actualmente Navarrete dirige a los Cañeros de Los Mochis en la Liga del Pacífico, pero al término de su compromiso seguramente descansará unos días en casa, para sentarse a planear la campaña 2006 al frente de Vaqueros Laguna. Para ese entonces Juan conocerá el roster, así como el número oficial de refuerzos extranjeros que permitirá la liga, para saber las necesidades primordiales, y en forma conjunta con la directiva tratar de conseguirlas.
Navarrete ha sido uno de los mejores segundas bases del beisbol mexicano, sin duda, a la altura de Ernesto ?Natas? García, Ramón ?Abulón? Hernández y Arnoldo ?Kiko? Castro; con Saraperos de Saltillo tuvo una temporada de 40 bases robadas en 1979, cuando además fue nominado el camarero del equipo ideal con los Saraperos de Saltillo; gracias a sus cualidades fue a los Expos de Montreal.
Entre sus lauros también se cuenta aquel triunfo sobre Estados Unidos en el Preolímpico de Beisbol, antes de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004; Navarrete superó a Tom Lasorda con aquel cuadrangular decisivo de Luis Alfonso García, aunque al día siguiente Canadá se encargó de echar a perder la fiesta.
El inicio de un nuevo ciclo, en cuanto a Vaqueros Laguna, es bastante prometedor; el regreso de Israel Alcántara y Melvin Nieves también deben ser buenas noticias, pero no se debe echar las campanas al vuelo, porque faltan muchas cosas por corregir. La experiencia de la última campaña ha sido dolorosa, pero puede resultar muy valiosa, siempre y cuando los errores se reconozcan y se tengan en cuenta para no volver a cometerlos; hoy es día de celebrar, pero con cautela, y tener la esperanza de que las buenas nuevas se den repetidamente.
