Al romperse la relación entre la familia Mansur y el licenciado Ricardo Martín Bringas, el propietario de Vaqueros Laguna solicitó asesoría a Saraperos, quienes de inmediato accedieron. Hablar de las causas que provocaron la separación, no es tema de este espacio; lo importante es presentar un panorama de lo que espera al beisbol profesional de la Comarca.
La primera intervención de los Saraperos de Saltillo en su asesoría a Vaqueros Laguna, es la llegada de Carlos de la Garza Barajas, nombrado recientemente como gerente deportivo. El segundo punto es la designación del manager, que en este caso será Fernando Elizondo, hombre de confianza en la familia Ley López, que en 2004 le dio el timón de los Acereros de Monclova, en donde también tenía ingerencia la organización de Saltillo; como interino, Elizondo Rodríguez también estuvo al frente de los Saraperos.
Cuando Felipe Rodríguez dio a conocer que Juan Navarrete tenía un pie como manager de Vaqueros Laguna, aún no se conocía la llegada de Carlos de la Garza a Vaqueros Laguna, esta situación modificó los planes, hasta traer como resultado la llegada de Fernando Elizondo, un manager de poca experiencia, pero que ha demostrado conocer el beisbol lo suficiente para estar al frente de un equipo de la Liga Mexicana.
Fernando Elizondo, como coach, hoy pertenece a los Saraperos de Saltillo, aunque en calidad de manager es agente libre, al haber sido cesado por El Águila de Veracruz, con el que empezó la temporada 2005. La relación de Carlos de la Garza Barajas con Fernando Elizondo siempre ha sido estrecha, primero en Monclova, después en Saltillo y por lo visto, ahora en Laguna.
Sólo falta que Vaqueros defina oficialmente la constitución de su directiva, en donde Ricardo Martín Bringas se mantiene como presidente del consejo de administración; Carlos Gómez del Campo asume el cargo de presidente, con Carlos de la Garza Barajas en calidad de gerente general y Felipe Rodríguez como gerente deportivo.
Así es como va a funcionar la directiva lagunera a partir de la temporada 2006, cuyos preparativos ya iniciaron con la designación del manager y con la asistencia a la Convención Mundial del Beisbol, en Dallas, Texas. Por ahora lo único que falta es convocar a rueda de prensa o quizá a través de un boletín o con una simple llamada telefónica, dar a conocer la información con carácter de oficial; mientras no suceda alguna de estas cosas, no podrá hablarse de un hecho consumado.
Cuando una organización no genera información pero se intuye que algo sucede, es necesario buscar otras opciones y conocer situaciones de interés para el aficionado; fue así como se informó de la salida de José Antonio Mansur Beltrán, que a esas alturas ya se había presentado como presidente de El Águila de Veracruz.
Hoy esa labor nos ha permitido conocer situaciones interesantes, como el hecho de que Raymundo Padilla estuvo a punto de venir como gerente general, de acuerdo a los deseos de Carlos Gómez del Campo; Saraperos finalmente no accedieron y fue así como vino la recomendación en favor de Carlos de la Garza Barajas.
Cansado de sufrir por situaciones que antes le eran desconocidas en el seno de este deporte, Ricardo Martín Bringas desea iniciar una nueva era en Vaqueros Laguna; como lo dijo aquel 14 de noviembre de 2002, él no es un hombre de beisbol, sólo un empresario muy exitoso que desea regresar algo a su comunidad, en este caso a través del Rey de los Deportes, en alianza con la familia Mansur, aunque a tres años de la presentación de aquel proyecto, hoy lamentablemente los resultados arrojan un saldo muy negativo.
Al recibir la asesoría de los Saraperos de Saltillo, es muy factible que de aquella organización vengan refuerzos a Vaqueros Laguna, aunque es importante tener presente que los campeones de la Zona Norte, nada van a dar, cuando se trate de algún elemento que esté en sus planes.
Con Fernando Elizondo en el timón hay cualidades positivas que la organización podrá explotar: se trata de un manager que en enero próximo cumplirá 50 años de edad, lo que se considera una buena edad para ese cargo. Algo que muy pocos managers tienen es característica de Elizondo; no permitir ?sugerencias? de los directivos cuando se trata de decisiones en el terreno de juego. Fernando Elizondo aplicó esta máxima en el Águila de Veracruz y eso le costó el trabajo; la directiva cesó al sonorense y puso en su lugar a Juan José Pacho, al que trajeron de Cancún, equipo ya desahuciado que caminaba con paso firme al sótano general de la liga.
Si a Fernando Elizondo lo dejan trabajar, en igual forma que a los encargados de las decisiones deportivas, Vaqueros Laguna puede tener una actuación relevante, pero si algún directivo pretende meterse en terrenos que no le corresponden, entonces Fernando Elizondo va a defender lo suyo, como lo hizo en el Águila de Veracruz, porque es muy cierto aquello de que: ?si por cuidar el trabajo se pierde la dignidad, finalmente terminarán por perderse el trabajo y la dignidad?.