César Michel Tovar era un pequeño de escasos ocho años cuando durante un juego de los Algodoneros de Unión Laguna en el Estadio de la Revolución preguntó a su padre: ?¿por qué los mejores peloteros siempre están con otros equipos??.
Ir a fondo para responder esa pregunta permitirá conocer, en gran medida, las razones por las que el beisbol profesional de La Laguna ha dado tumbos, desde que en 1985 vino a la región la franquicia de los Indios de Ciudad Juárez. La máxima alegría se vivió en 1990, con aquel campeonato de la Zona Norte, a pesar de que Marco Antonio Vázquez era el manager.
La historia se inicia desde aquel lejano 1985, cuando José ?Zacatillo? Guerrero, manager de los Indios de Ciudad Juárez, no llegó a La Laguna, al ser enviado a los Sultanes de Monterrey; en el equipo fronterizo habían participado muchos peloteros estelares que tampoco aparecieron en los nuevos Algodoneros. A partir de entonces la salida indiscriminada de peloteros importantes, año con año, impidió que se construyera lo que hoy tanto se añora, una sólida base mexicana.
Óscar Fentanes, Francisco Guerrero, Andrés Cruz, Raúl Martínez, Óscar Robles (Dodgers de Los Ángeles), Ricardo Rincón (Piratas de Pittsburgh, Atléticos de Oakland y Cardenales de San Luis), Aarón Acosta, Jeff Perry, Luis Alfonso ?Cochito? Cruz, Ramón Esquer y Juan Manuel Palafox son algunos peloteros que en su momento dejaron la organización de manera inexplicable.
El aspecto de los managers también ha sido clave en la marcha del equipo y en la construcción de una plataforma de peloteros mexicanos que permita no depender tanto de los extranjeros. Manejadores han ido y venido en grandes cantidades, sin encontrar uno con el que se haga un plan para trabajar a largo plazo, sobre todo en el desarrollo de talento joven durante todo el año, ya que al terminar la Liga Mexicana operan otros circuitos como la Norte de Sonora, Mayor del Centro y del Noroeste, en donde se puede dar ese seguimiento.
Cómo olvidar aquel doble juego en casa ante Saraperos de Saltillo, en la temporada 1995, cuando en el intermedio fue cesado como manager Francisco Galindo; tan desacertada fue aquella decisión como la de nombrar a Herminio Sáiz, que entonces estaba ocupado en atender su negocio de tacos en el estacionamiento del Estadio de la Revolución.
Han pasado ya más de dos décadas y ni Algodoneros ni Vaqueros han podido integrar un staff de buscadores de talento que cubran todo el territorio nacional y puedan detectar prospectos, como lo han hecho desde varios años atrás los Diablos Rojos del México, encabezados por Alberto Joachín, o bien, los Tigres de la Angelópolis, con Jorge Calvo al frente; curiosamente esas dos organizaciones hoy se dan el lujo de pelear un campeonato con equipos integrados en su totalidad por peloteros nacionales.
Un tercer aspecto que debe mejorar se refiere a la difusión de la prensa regional a lo que hace el equipo profesional de beisbol en La Laguna, ya que los grandes espacios son ocupados por el futbol. Es una costumbre que los días de pretemporada de Algodoneros o Vaqueros se realicen en la más completa calma y en ausencia casi total de los medios informativos, a pesar de que en el campamento haya verdaderamente novedades relevantes.
Es triste ver cómo el beisbol, con más de 20 elementos en la mejor liga del mundo, no recibe la atención que merece, y en cambio a otra disciplina se le brindan grandes espacios, por tener apenas un representante en el Barcelona y uno más en el Bolton, aunque en ocasiones no salga ni a la banca. Hay ocasiones en que el beisbol, en Liga Mexicana o en las mayores, es protagonista de verdaderas hazañas, como juegos perfectos, sin hit ni carrera, cuando un bateador conecta el ciclo, o bien, cuando Vinicio Castilla en 2005 fue campeón productor de la Liga Nacional, pero a pesar de todo, los espacios principales hablan del Atlético Perejil.
La directiva y el cuerpo técnico de Vaqueros Laguna hoy en día están obligados a hacer las cosas bien y, sobre todo, con transparencia; los medios de comunicación deberán ser transmisores de toda esa actividad, para que así los aficionados al beisbol, y quienes no lo son tanto, respondan con su presencia en las gradas del Estadio de la Revolución. Los dos puntos señalados traerán como consecuencia un ?boom? importante para el beisbol profesional de la Comarca: entonces César Michel Tovar, hoy convertido en adulto y profesionista, podrá sentirse orgulloso porque varios de los mejores jugadores de la liga ahora sí estarán en el equipo de casa.