Apenas el miércoles anterior se informó sobre el reconocimiento que recibirá Juan Navarrete Sánchez por parte de la Confederación de Beisbol del Caribe, el próximo uno de febrero en el Parque Teodoro Mariscal de Mazatlán.
El orgullo del barrio de Las Cuadras en Gómez Palacio, escribió rica historia en la Serie del Caribe y ahora el máximo organismo rector de esta competencia, sencillamente reconoce la labor de un pelotero ejemplar, dentro y fuera del terreno de juego.
Pero ¿qué es la Confederación de Beisbol del Caribe, cómo se integra y en dónde está su sede? son aspectos que quizá pocos aficionados conocen. El organismo tiene actualmente su sede en Santo Domingo, República Dominicana y el comisionado es Juan Francisco Puello Herrera, con el voto de calidad cuando se trata de tomar decisiones en las que existen opiniones encontradas.
Como integrantes de esta confederación están las cuatro ligas que hoy en día participan en la Serie del Caribe de Beisbol y que en 2005 corresponde organizar a la Liga Mexicana del Pacífico, con el poyo de los Venados de Mazatlán.
Joaquín Monserrat Matienzo es presidente de la Liga Invernal de Puerto Rico, que tiene su sede en Río Piedras. Leonardo Matos Berrido es el titular del circuito en República Dominicana y sus oficinas se encuentran en Santo Domingo. Ramón Guillermo Aveledo está al frente del beisbol profesional en Venezuela y físicamente se ubica en Caracas. Por parte de nuestro país, el titular es Renato Vega Alvarado y el domicilio de la Liga del Pacífico se encuentra en Culiacán. Cinco personas básicamente forman la Confederación de Beisbol del Caribe, que entre otras cosas, año con año elige nuevos miembros para su Pabellón y en 2005 uno de los agraciados es Juan ?Kilillos? Navarrete.
Para encontrar las raíces de lo que hoy es la Serie del Caribe es necesario remontarse a octubre de 1945, cuando Branch Rickey firmó a Jackie Robinson y lo asignó a los Royals de Montreal, en ligas menores; terminaba así la discriminación racial en el beisbol profesional. Las ligas invernales se nutrían básicamente de peloteros afro americanos y la apertura que iniciaba el propietario de los Dodgers de Brooklyn representaba el control de las principales figuras, lo que venía a limitar el material humano que a lo largo de muchos años había sido el marcado natural caribeño.
Había gran peligro de quedar sujetos a la voluntad de los magnates de ligas mayores, por lo que en 1948 los líderes de los circuitos invernales de Cuba, Venezuela, Puerto Rico y Panamá se unieron al beisbol organizado para dar nacimiento a la Confederación del Caribe. La reunión que culminó el acuerdo se realizó en La Habana, Cuba, el 21 de agosto de 1948, con la participación de Emilio Armas, Florentino Pardo y Miguel Ángel González, por parte del país antillano; Eric del Valle representó a Panamá; Pedro Zorrilla, Jorge Luis Córdova y Eduardo Santiago asistieron por parte de Puerto Rico, mientras que Sebastián Ardiles y Felipe Huizi llevaron la voz cantante de Venezuela. El primer secretario del naciente organismo fue Gustavo Castro.
Ya integrada la Confederación de Beisbol del Caribe, y en busca de defender los intereses de las cuatro ligas, se acordó celebrar una serie anual, en la que se enfrentarían los campeones de cada país en sede diferente, la primera confrontación se realizó en La Habana, Cuba, en 1949; la segunda fue en San Juan, Puerto Rico, para continuar en Caracas, Venezuela y terminar en la ciudad de Panamá. Se escogió un formato de 12 juegos, en los que cada equipo se enfrentaba dos veces a sus tres rivales.
Histórica fue aquella primera etapa de la Serie del Caribe, que terminó en 1960, cuando la liga de Cuba no pudo celebrar el compromiso en 1961, ante las presiones de quienes habían asumido el poder en 1959, quienes se declararon comunistas y erradicaron el deporte profesional en la isla.
Diez años pasaron para que en 1970 se iniciara la segunda etapa y después de algunos intentos frustrados de incluir a dos equipos del país sede, el visionario Otero Suro abrió las puertas a la renovada competencia. El prestigiado líder latinoamericano agrupó en la confederación a República Dominicana y México, representado por la entonces llamada Liga de la Costa del Pacífico; ambos países tomaron el lugar que dejaban Cuba y Panamá. La Serie del Caribe, en su segunda etapa, arrancaba en 1970 en el Parque de la Ciudad Universitaria de Caracas, aunque el representativo de México inició su participación hasta 1971.
Por la lejanía de las ciudades mexicanas, había temor de que los equipos visitantes perdieran mucho dinero cuando la Serie del Caribe se realizara en territorio azteca, pero los hechos demostraron lo contrario y hasta la fecha se reconoce a México como el país salvador del clásico caribeño, cuando estuvo a punto de desaparecer.
Con mayor tiempo y espacio, posteriormente hablaremos de las grandes hazañas que los peloteros mexicanos han protagonizado en estas competencias; hombres como Héctor Espino y Celerino Sánchez, quienes hace varios años recibieron el reconocimiento que ahora se otorga con toda justicia a quien antes que nada es un gran ser humano; Juan Navarrete Sánchez, miembro ya del Pabellón de la Fama de la Serie del Caribe.