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CISJORDANIA.- Miles de palestinos se preparaban ayer para recordar hoy viernes el primer aniversario de la muerte de su presidente y líder indiscutido, Yasser Arafat, quien se mantiene como el máximo icono de la lucha contra la ocupación israelí.
?En este día recordaremos a Abu Amar (Arafat) como un líder fuerte, y también como un padre que pasó su vida en la lucha?, dijo el primer ministro palestino Ahmed Korei en una reunión gubernamental, al acercarse el aniversario luctuoso.
Korei, quien destacó la dedicación de la vida de Arafat a la causa palestina, señaló que ?Israel dijo todo el tiempo que no tenía un socio para la paz, pero por el contrario, era Abu Amar quien no encontró un socio para la paz?.
En ese sentido, el primer ministro subrayó, citado por reportes de la prensa palestina, que ?fue Arafat quien firmó con Israel esos acuerdos en los que aún estamos trabajando?.
La ceremonia principal en memoria del líder que falleció a los 75 años de edad de causas aún desconocidas en un hospital a las afueras de París, será presidida por su sucesor, el presidente Mahmoud Abbas, en el cuartel oficial de Ramallah, en Cisjordania.
En ese mismo cuartel, en el que Arafat pasó confinado más de los dos últimos años de su vida, y donde ahora descansan su restos, se reunirán miles de palestinos para elevar sus rezos de hoy viernes luego de una marcha que recorrerá las principales calles de esa ciudad.
Frente a la tumba de Arafat, sobre la cual ondean las banderas de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y con el resguardo de cuatro guardias de seguridad, se leerán pasajes sobre la vida de quien fuera su luchador incansable.
Funcionarios palestinos colocarán la piedra de lo que será el nuevo mausoleo para su líder, quien durante cuatro décadas promovió alrededor del mundo la lucha por el fin de la ocupación y el sueño de la creación de un Estado independiente.
Frente a la piedra que marca el lugar donde descansan los restos del presidente se encuentra su fotografía, convertida en emblema internacional de los palestinos, y que lo muestra con una discreta sonrisa, el clásico turbante y la mano en señal de victoria.
