Han advertido de que el ciclón podría causar daños serios y seguir intensificándose cuando llegue al centro del golfo de México.
Miami (EU), (EFE).- Los estados costeros del sur de Estados Unidos miran de reojo y con inquietud el rumbo del huracán Rita, mientras el ciclón golpea hoy en el sur de Florida y el norte de Cuba con fuertes vientos y lluvias torrenciales.
Rita se convirtió hoy en un huracán de categoría dos en la escala de intensidad Saffir-Simpson (de cinco grados), el noveno de la temporada ciclónica del Atlántico norte, al alcanzar sus vientos a las 17.15 horas GMT los 160 kilómetros por hora, según el Centro Nacional de Huracanes de EEUU (CNH), con sede en Miami.
El sistema atmosférico azotaba hoy a Florida y el norte de Cuba y los meteorólogos prevén que avance en los próximos días desde el golfo de México hacia Texas y Luisiana, estado éste cuyas costas destruyó el huracán Katrina el 29 de agosto pasado.
En Cuba, más de 58.000 personas han sido evacuadas en las provincias centrales y las costas han sido afectadas por vientos huracanados, lluvias y fuertes marejadas que amenazan con inundar zonas bajas de la isla.
La Defensa Civil ha declarado la alarma ciclónica en Matanzas, La Habana y Ciudad de La Habana, y ha puesto en alerta a Pinar del Río.
En las zonas turísticas, como Varadero o los cayos Coco y Guillermo, en el litoral norte cubano, miles de turistas fueron reubicados en instalaciones más seguras.
En La Habana, donde las autoridades se habían preparado para la evacuación de 126.000 personas en caso necesario, Rita dejó fuertes lluvias durante buena parte del día, nublados y vientos racheados, aunque la ciudad mantuvo prácticamente inalterable su rutina diaria.
Aeronáutica Civil suspendió los vuelos nacionales, pero dejó abiertos los aeropuertos de La Habana y Varadero, los más afectados, donde las aerolíneas internacionales mantuvieron los vuelos programados, a pesar de que se produjeron retrasos.
El huracán dejó a su paso por los cayos de Florida -donde han sido evacuadas más de 60.000 personas desde el domingo pasado- lluvias intensas, levantó olas de tres metros de altura y ocasionó torbellinos de arena en las playas.
Miami y el vecino condado de Broward fueron azotados desde el lunes por la noche por fuertes ráfagas de vientos periféricos, que arrancaron ramas de árboles e hicieron volar por los aires los escombros no retirados aún que dejó Katrina a su paso por el área el pasado 25 de agosto, donde causó once muertos y daños en torno a los 2.000 millones de dólares.
Más de 10.000 hogares y comercios están sin luz, mientras que las ciudades de Miami y Fort Lauderdale quedaron paralizadas, ya que no han abierto sus puertas escuelas, oficinas públicas, y la mayor parte de tiendas y negocios.
Los puertos de Miami están cerrados, las líneas de crucero han cambiado las rutas, y los aeropuertos de la ciudad y de la vecina Fort Lauderdale se mantienen abiertos, aunque se han suspendido numerosos vuelos.
El servicio de guardacostas informó de que una avioneta con un número indeterminado de personas a bordo desapareció cerca de la isla de Bimini (Bahamas), y hay en marcha una operación de búsqueda de la aeronave.
Michael Tichacek, meteorólogo del CNH, dijo a EFE que el ciclón puede intensificarse aún más cuando llegue al centro del golfo de México, al entrar en contacto con aguas más calientes y alcanzar incluso la categoría tres.
La ciudad de Nueva Orleans y en general los estados del golfo de México siguen con preocupación la trayectoria de Rita y se preparan para una eventual segunda evacuación, cuando apenas empezaban a recuperarse de Katrina.
"Pido a todos que se preparen para una evacuación tan pronto como el miércoles", declaró el alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, tras haber ordenado el aplazamiento del regreso paulatino de los habitantes de la ciudad.
El alcalde aseguró hoy que en esta ocasión los planes de evacuación son mucho más precisos, se están aplicando ya y unos 200 autobuses están preparados para volver a vaciar la ciudad de personas.
Tanto Nagin como las autoridades federales que coordinan los trabajos de reconstrucción de la zona devastada por Katrina están de acuerdo en que los diques de Nueva Orleans no podrían soportar la eventual llegada de un nuevo huracán, aunque sólo sean los coletazos de sus vientos, y la ciudad podría quedar de nuevo inundada.
Las autoridades texanas han puesto en marcha también los preparativos para el traslado de miles de personas que tuvieron que huir de Luisiana y otras zonas dañadas por Katrina y fueron evacuadas a los refugios repartidos por varias zonas de Texas, especialmente en Houston.
Hoy mismo algunos de ellos serán trasladados en vuelos comerciales al estado de Arkansas, donde ya se había acogido a unos 50 mil refugiados.