Una empleada doméstica robó casi un millón de pesos en joyas, las cuales estuvo hurtando desde hace más de dos años, tras recibir la confianza de la dueña de la casa, quien vendía diferentes alhajas de oro, informó la Policía Ministerial.
Matilde Covarrubias Limones estuvo trabajando como sirvienta con la señora Paula Estrella Baca, misma que le tenía mucha confianza de dejarla por varios días a cargo del domicilio cuando salía de la ciudad o del país.
La empleada poco a poco sustrajo diferentes piezas de joyería y las empeñó en una conocida negociación, en donde recibía cantidades de dinero sin que se dudara de la procedencia de las alhajas.
En la última ocasión que la dueña de la casa salió de viaje, la empleada se apoderó de un estuche de joyas de oro de 14 quilates y piedras finas, yendo nuevamente a empeñarlas, de donde logró obtener 30 mil pesos, mismos que utilizó para irse a pasear al puerto de Mazatlán, Sinaloa.
De acuerdo con información de la Procuraduría General de Justicia, existe un compromiso verbal con los representantes de las casas de empeño para denunciar a las personas que acuden a dejar ciertas pertenencias de dudosa procedencia; sin embargo, es obvio que no se cumple.