Nueva York, (EFE).- La sala de subastas Christie's, ocupada normalmente por coleccionistas millonarios y marchantes de arte, fue invadida por rockeros maduros y fanáticos del pop que quieren hacerse con uno de los objetos íntimos de sus ídolos.
Los 200 lotes puestos a la venta resumen la historia de la música estadounidense de las últimas décadas, a través de la ropa, cartas, fotografías e instrumentos de íconos como Bob Dylan, Jimi Hendrix, Madonna, "The Beatles" o Elvis Presley.
Pese a que el ceremonial fue idéntico al de otras subastas de Christie's, con la sobriedad y rigor típico de estos eventos, en esta ocasión no se pusieron a la venta costosas piezas de arte ni los compradores se caracterizaban por su nivel económico o su conocimiento del arte.
Eran simplemente, particulares dispuestos a conseguir un objeto donde haya quedado "capturada el alma" del artista, según dijo a EFE un coleccionista de objetos pop, Brian Cummings.
El crucifijo que Prince lució en algunas fotos en las que aparece con el torso desnudo, fue adquirido por 700 dólares, en tanto que dos guitarras de Eric Clapton, una acústica y otra eléctrica, se vendieron por seis mil 500 y 30 mil dólares.
Otro de los presentes logró, por cuatro mil 200 dólares, la cazadora sin mangas con la que Madonna posó para una foto en sus inicios, en 1983, y otro pujador anónimo compró por cinco mil 500 dólares un poema mecanografiado y con anotaciones a mano de Jim Morrison, líder del grupo "The Doors" fallecido en 1971.
Uno de los artistas que más atención recabó fue Bob Dylan, en parte debido a las fuertes pujas de un coleccionista de la costa oeste, de unos 40 años, que intervino en la subasta a través de una marchante, Betty Krulik.
"Compra todo lo que sale al mercado. Bob Dylan influyó mucho en su vida, y le encanta tener cosas suyas", dijo a EFE Krulik, que logró, tras una reñida subasta, una de las primeras armónicas del artista, por diez mil dólares, y sus famosas gafas de pasta negra por dos mil 600 dólares.
Este coleccionista no pudo, sin embargo, hacerse con el lote más caro de la velada, una amplia colección de poemas escritos por un joven Bob Dylan mientras estaba en la Universidad de Minnesota, en 1960, y por la que se pagó 65 mil dólares.
Además, en la subasta se adjudicó por 30 mil dólares una rara y especial grabación casera, con siete canciones, realizada por Dylan en 1961, durante una cena de Tkansgiving (fiesta de Acción de Gracias).
Otra de las estrellas de la noche fue el famoso medallón de oro y esmalte que lució Jimi Hendrix en el Festival de Monterrey, en 1967, donde quemó una guitarra, y por el que se pagaron 50 mil dólares.
Precisamente, la correa de una de las guitarra de este artista se adjudicó por tres mil 500 dólares.
En este tipo de citas no podía faltar el "Rey del Rock", el desaparecido Elvis Presley, del que se vendieron una de sus guitarras, por 15 mil dólares, un disco firmado por mil 500 dólares, un cheque en blanco, con su nombre y dirección impresos, por mil 300 dólares.
Entre los objetos más baratos, una entrada de un concierto del grupo "Led Zeppelin", de 1971, que fue adquirido por un adolescente, acompañado de sus padres, por 200 dólares.