El Siglo de Torreón
Torreón, Coah.- Rubén Omar Romano, técnico de Cruz Azul, manifestó ayer que no guarda rencor en contra de sus secuestradores, pero por supuesto no perdona la pesadilla que le han hecho pasar a su familia.
El técnico argentino de Cruz Azul, concedió la entrevista ayer en el Parque España, en donde la Máquina Celeste realizó una ligera práctica al filo de las 11:30 horas. Durante la charla Romano recordó los momentos difíciles que vivió recientemente y manifestó su deseo de no hablar más del tema, al que considera asunto cerrado.
?Siempre dije y lo vuelvo a repetir, nunca tuve maltrato físico, me trataron bien, sólo que es imperdonable que priven a un ser humano de su libertad?. Una semana de muchas tensiones ha vivido el entrenador de Cruz Azul, después de haber estado en cautiverio durante 65 días, no sólo para él, sino para toda se gente.
Quedó encantado con los aficionados de Torreón, pues al llegar y bajar del autobús todo fueron halagos y muestras de afecto, ?esas cosas te llenan y hacen más fuerte todavía?, reconoció Rubén Omar Romano. Al preguntar de dónde sacó la fortaleza para soportar 65 días de secuestro, respondió que no quería dejar de ver a su familia y eso le daba fuerza para luchar y poder controlarse, esto fue lo más difícil, tener un autocontrol sobre su mente y cuerpo.
Admitió que tuvo un ángel de la guarda, su hermano Guillermo, quien falleció hace 26 años, a la edad de cuatro, en un accidente; su fotografía siempre la lleva consigo en una bolsa del saco, al lado del corazón, y es el que siempre lo protege.
En las finales del futbol azteca quedó subcampeón, no ha obtenido un título, pero cree que la tercera es la vencida.
Al preguntar si ha pensado en dejar México, respondió que nunca ha pensado en esto, pues es un país que quiere mucho, que le abrió los brazos desde hace 25 años cuando llegó para jugar en el América.
Todas las muestras de cariño recibidas ahora son una prueba de que su decisión de no abandonarlo fue la correcta. Adelantó que estas son las últimas charlas que quiere dar sobre su secuestro, ?ya solté lo que solté, y ahora voy a dedicarme a mi trabajo?, reiteró.
Se declaró creyente y reconoció que el poder de Dios es grande, por eso no juzga a sus secuestradores, pues hay gente para juzgar a los que le hicieron mal, ?por eso ahora rezo por la gente que en algún lugar del país estuviera privada de su libertad, yo rezo por ellos?, concluyó Rubén Omar Romano.