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MÉXICO, DF.- Antigua es el nombre de la población y también el calificativo de una construcción que se cree fue construida para el conquistador de México.
Los muros de piedra de río, cantera, ladrillo e incluso de coral dieron forma a una construcción de tipo andaluz, erigida en el siglo XVI, aunque se desconoce el año exacto en que fue terminada.
Con el tiempo se convirtió en posada, tienda para comerciar productos del viejo mundo y panadería, entre otras funciones. Fue abandonada sin conocer a ciencia cierta las razones, aunque se cree que fue semidestruida por uno de los tantos huracanes que azotaron la región en los inicios de la Colonia, estos fenómenos naturales también propiciaron el abandono paulatino del pueblo y de otras comunidades cercanas.
Una de las principales preocupaciones de los fundadores era encontrar un lugar donde pudieran resguardar sus naves del mal tiempo y de los ataques de los nativos.
Como la población no pudo acostumbrarse a los embates de la naturaleza, decidieron mudarse a otras regiones y al actual puerto de Veracruz, por lo que las construcciones fueron abandonadas.
La casa de Cortés fue una de las que corrió con esa suerte. Literalmente se fue desmoronando, y como nadie se ocupó de ella, la selva la reclamó.
Las paredes que todavía están en pie le deben su equilibrio a los árboles que las apuntalan, si no fuera por las raíces que atraviesan sus estructuras, éstas abrían caído hace cientos de años.
El lugar es ideal para sacarle provecho a la creatividad fotográfica. Dependiendo la hora del día es el ángulo en que los rayos del sol se abren camino hasta el suelo sorteando las hojas para iluminar los restos de un horno de pan o el cañón inservible que deja testimonio del carácter bélico de la época en que fue fundada.
Las gigantescas raíces que abrazan los arcos de las construcción hacen mágico el momento mientras se ve a los niños locales jugar en los alrededores, muchos de ellos se pasean sólo con huaraches y una trusa por vestuario, según ellos es para no sufrir por el fuerte calor y la humedad del ambiente costero.
Para llegar a Antigua desde el puerto de Veracruz es necesario un auto propio o de renta. No se recomienda hacer uso del transporte público, ya que es muy lento y poco confortable.
Si tiene la necesidad de usarlo contrate un taxi que lo llevará hasta el lugar y esperará mientras la conoce. La vía rápida es usar la autopista hacia Jalapa, después de 35 kilómetros, aproximadamente, se llega a la desviación del poblado que por casi 70 años estuvo en esplendor como uno de los pocos puntos de conexión entre la Nueva España y el viejo mundo.
La entrada a la casa de Cortés es gratuita, la señalización es escasa, pero cualquier habitante del lugar le indicará hacia dónde dirigirse para conocer el edificio más famoso de Antigua.
