Sus primeros años de vida
Entre los años de 1850-1852, tiempo en que se fundó esta ciudad de Torreón, como un rancho situado en la punta más alejada del suroeste del Estado de Coahuila, estuvo habitado por campesinos de otros ranchos aledaños que se localizaban en los terrenos de la hacienda de San Lorenzo de La Laguna, que eran propiedad de Leonardo Zuloaga. Estos primeros peones y labriegos en los inicios, sólo acudían al Torreón a trabajar en la edificación de la casa principal o bien en la apertura de nuevas tierras de cultivo.
Aquellos campesinos satisfacían sus necesidades espirituales en las capillas existentes en sus lugares de origen y recibían los Santos Sacramentos del bautismo, matrimonio y defunción en la sub-parroquia de Santiago Apóstol en la villa de San José de Viesca y Bustamante; en cuyos libros parroquiales quedaron inscritas las constancias de bautismo de las primeras personas que nacieron en el Torreón, cuando ya algunos de ellos se habían establecido en dicho lugar (1855).
En 1867, el rancho del Torreón pasó a ser hacienda que dependía en lo político de la Municipalidad de Matamoros. Ocho años después, en abril de 1875 la iglesia de Nuestra Señora del Refugio de la villa de Matamoros fue elevada al rango de parroquia por lo que a partir de esa fecha los bautismos y matrimonios de los torreonenses ya se hacían en dicha iglesia por cuestiones de jurisdicción, ya que en el Torreón sólo existía una pequeña iglesia dedicada a Santa María de Guadalupe, que se localizaba a escasos 200 metros al oriente del casco de la hacienda; construcción ésta que había suplido a la primera que construyó Zuloaga por haber sido arrasada por una fuerte corriente del Nazas en el año de 1869.
Con la llegada del ferrocarril Central Mexicano a Torreón en el año de 1883, se incrementó el arribo de gente venida de otras latitudes. Situación que se hizo más notoria con otra llegada, la del también Ferrocarril Internacional Mexicano a estas tierras en el año de 1888. Fecha en que el señor Andrés Eppen inició la venta de los lotes del primer fraccionamiento creado en Torreón; cuyo trazo fue encomendado al ingeniero Federico Wulff, quien determinó que los lotes de dicho fraccionamiento tuviesen 84.73 metros por lado con calles intermedias de 21.20 metros de ancho.
En enero de ese año de 1888, se llevó a cabo la venta del primer lote del fraccionamiento Primitivo de Torreón, y éste se hizo en la persona de Jesús Eppen. De allí se continuó con la venta de los restantes. La pequeña iglesia de Torreón, a donde acudía el señor cura de Matamoros don José Refugio Uranga, para atender a los fieles del rancho, algunos domingos y días de fiesta religiosos que se le acomodasen, quedó situada en terrenos del lote C de la manzana número 31; lote que fue adquirido el 31 de marzo de 1890 por el dicho sacerdote en la cantidad de 75 pesos. En este aspecto nos adelantaremos un poco y agregaremos que no fue sino hasta el 21 de enero de 1908, cuando el presbítero Vicente Agundis en representación del Obispo de Sinaloa, don Francisco Uranga y de sus hermanos, Jesús, Guadalupe y Dolores, vendieron al obispo de la diócesis de Saltillo don Jesús María Echeverría el citado lote en la cantidad de 800 pesos; dicha operación se escrituró ese mismo día, mes y año ante Eulogio Aranda notario público de Saltillo. Cabe decir que la capilla original se situaba en lo que hoy es la sacristía de la actual iglesia de Guadalupe.
Al padre Uranga los suplió el padre Francisco Rojas Murga quien fue el que firmó los primeros libros de registro de bautismos y matrimonios que se tienen en la iglesia de Guadalupe, a partir de agosto de 1893 y el mismo, realizó 485 bautismos y 20 matrimonios antes de que la iglesia fuese elevada al rango de parroquia. Sin embargo la creciente población del Torreón, requería mayor atención por parte de las autoridades eclesiásticas de la diócesis de Saltillo a donde pertenecía.
En el mes de febrero de 1893, Torreón dejó de pertenecer políticamente a Matamoros, pues en esa fecha la estación fue elevada al rango de Villa, mediante decreto del gobernador Garza Galán; pero por diversas situaciones tal medida no se llevó a cabo sino hasta el 25 de septiembre de ese mismo año.
El 19 de enero de 1893 se nombró obispo de la Diócesis de Saltillo a don Santiago Garza Zambrano, que ocupaba el cargo de ?administrador? de la misma, desde octubre de 1891, cuando fue creada dicha Diócesis. Don Santiago tomó posesión de su puesto en julio de 1893 y con el celo propio de su investidura quiso enterarse de mutuo propio de las necesidades espirituales de sus fieles; y por acá estuvo en Torreón a principios de la segunda mitad de 1894, en donde cambió impresiones con algunos destacados católicos de la villa sobre la situación religiosa que imperaba en la región. A su regreso a Saltillo, entre los primeros ordenamientos que expidió fue el de constituir en parroquia la iglesia de Torreón, que en ese tiempo estaba bajo la autoridad de su primer presidente electo Carlos González Montes de Oca.
El decreto para la creación de la parroquia de Torreón decía entre otras cosas lo siguiente: ?En la villa del Torreón a los 27 días de diciembre de 1894, el Ilmo. Sr. Santiago Garza Zambrano, obispo de Saltillo habiendo visto con sus propios ojos la antigua iglesia, como también la que está en construcción y todo lo que es necesario para el divino culto en una parroquia; atendiendo oral del mismo Sr. cura y de los principales vecinos de la villa, vistos también los ingresos parroquiales y gastos del culto; visto que es una población y que todo el municipio tiene más de seis mil almas... considerando que es para engrandecimiento y culto divino S.S. Ilma., erigía y erigió esta iglesia en parroquia llevando el nombre de Nuestra Señora de Guadalupe de Torreón, o sea de parroquia de Guadalupe de Torreón. Teniendo por límites todos los que tiene el municipio de Torreón; quedando independiente de la parroquia de Matamoros y de todas sus colindantes. Debiendo llevar el cura...?.
Para estar al frente de la naciente parroquia fue necesario nombrar un sacerdote que continuase con el nuevo templo que se estaba construyendo y que respondiese a lo que Torreón necesitaba y exigía. El nombramiento recayó en la persona del presbítero don Pudenciano Villalobos, joven sacerdote de 26 años originario de Aguascalientes; quien llegó a Torreón un mes antes de que la iglesia fuese elevada al rango de parroquia, situación que pudimos constatar por su firma en los libros de registro de los bautismos realizados en Guadalupe. Los trabajos de edificación de lo que sería la primera iglesia parroquial de Torreón concluyeron el 12 de octubre de 1865, fecha en que se celebró la primera misa con toda la solemnidad posible y ante un lleno total del recinto. Ese mismo día y a la misma hora en que se celebraba el oficio en Torreón, en la capital de nuestro país en su insigne basílica era coronada Solemnísimamente Nuestra Madre Santísima de Guadalupe, como reina de los mexicanos.
El padre Villalobos estuvo al frente de la parroquia hasta septiembre de 1901, fecha en que entró a substituirlo el también sacerdote diocesano don Hilarión Arpón; quien vio que el templo era insuficiente para la creciente población de Torreón y con el apoyo de una junta especial, inició la construcción de una nueva iglesia, que sería la base de la que hoy conocemos, al menos en su aspecto exterior, ya que su interior resultó ser un edificio de hermosura renacentista, espaciosa, ventilada y bastante iluminada, con tres naves, con 38 metros de largo y 20 de ancho, muy parecida a lo que es hoy la iglesia del Perpetuo Socorro de esta ciudad. Dicha obra se concluyó totalmente en el año de 1913. (Mas en el siguiente).
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