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Rumbo al Centenario / Y dijo mi abuela:

Fernando Llama Alatorre

¡¡Yo nací en la casa grande del Rancho del Torreón!!

?Hoy Museo del Torreoncito-

Mi abuelita doña Amalia Hickman de Llama, se encontraba sentada en su mecedora frente a las puertas de su casa de San Pedro de las Colonias, Coah. allá por los años 60, justo en frente de la plaza principal. Dado que mi abuela murió a los 82 años, imagino que entonces rondaría los 78 años. Aquel día se encontraba acompañada por mi primo Ramón Flores Llama ?que también era su nieto- mientras ambos contemplaban a la gente que daba la vuelta por la plaza del pueblo.

De pronto y sin decir ?agua va?, mi abuela voltea y le dice a Ramón: ¡¡Yo nací en la casa grande del Rancho del Torreón, allá por la Alianza!!... glug.

Podrá usted suponer que Ramón pensó que su abuela ya estaba dando ?el viejazo?, pero siendo Ramón un inquieto investigador de la historia, en los años siguientes se dio a la tarea de visitar los registros públicos y los archivos municipales de varios poblados ? ésos que visitan los historiadores hasta dar con la verdad de los hechos- para constatar si lo dicho por la abuela? era cierto.

Y esto encontró:

Según consta en el Archivo Histórico del Estado de Durango, con fecha tres de enero de 1885 el Lic. José Sariñana, efectúa el contrato de arrendamiento del Rancho del Torreón, entre la Sra. Luisa Ibarra de Zuloaga representada por don Andrés Eppen y los señores Ricardo Hickman Flores ?mi bisabuelo- y Guadalupe Suárez ?su socio-, mismo que tendría vigencia por los años 1885 y 1886, con un costo de renta de tres mil pesos anuales. Firman como testigos los dos arrendatarios, el licenciado Sariñana y don Andrés Eppen amigo y consejero de la señora Ibarra de Zuloaga.

Firmado el arrendamiento don Ricardo Hickman toma posesión del Rancho del Torreón, y se traslada a vivir a la casa principal, donde hoy día está el Museo del Torreón.

Como era lógico, don Ricardo -hombre de posibilidades-, había previsto que el nacimiento de su hija ?Amalia? -que estaba programado para el 24 del mes de octubre de 1885-, se efectuara en el cercano Hospital de la Villa de Lerdo -lugar más cercano con hospital-.

Sin embargo el destino le había programado otra cosa, cuando la tarde del 17 de octubre de 1885 ?siete días antes del alumbramiento- empezó a bajar por el cauce del río Nazas una gran avenida de agua, que continuó durante toda la noche y los días siguientes.

Durante la mañana del día 18 de octubre de 1885 el puente del ferrocarril ?único camino para llegar a Lerdo- empezó a dar señales manifiestas de derrumbarse. Los fuertes tronidos que hacía el puente alertaron a los ribereños, quienes acudieron temerosos a ver si la gran avenida del Nazas que estaba bajando en esos momentos podría ?llevarse? el puente.

Poco a poco, y uno a uno, la corriente fue arrancando los postes de soporte, hasta desprender 40 de ellos. Y fue entre las cuatro y las cinco de la tarde del 18 de octubre de 1885 que el puente finalmente se derrumbó seccionándose en grandes trozos, uno de ellos de 70 metros de largo, mismo que fue arrastrado por la creciente del río en dirección a la cercana ?presa del torreón?.

El impacto del trozo del puente, hizo un ?postillo? o brecha de más de 40 metros en la cortina de la presa, quedando los demás trozos del puente varados a unos 300 metros.

El agua aún siguió pasando a raudales por varios días, imposibilitando el paso entre el Rancho del Torreón y la Villa de Lerdo.

Y fue tan sólo seis días más tarde, el 24 de octubre de 1885, que a falta de un hospital cercano a donde llevarla, la Sra. Margarita Mier Cabada esposa de don Ricardo da a luz en la casa grande del Rancho del Torreón a su hija Amalia Hickman Mier, quien años más tarde casó con el inmigrante español don Segundo Llama Negrete. De cuyo matrimonio nació luego don Fernando Llama Hickman?. mi querido padre.

Dados los problemas de comunicación existentes entonces, y que en el rancho no había un registro civil, se dispuso que la niña Amalia sería registrada luego en un futuro cercano.

Años después de la muerte de la abuela, y luego de husmear en centenares de papeles, Ramón supo que ésta le había dicho la verdad.

Los análisis posteriores al desastre del puente, indicaban que resultaba lógico pensar, que un puente ?tan pesado?, colocado ?a tal altura?, y soportado tan sólo por un ?frágil estacado?, tarde que temprano sería destruido por la fuerza de la corriente, hecho que debieron haber previsto sus constructores.

Éstos fueron los argumentos que se esgrimieron durante el litigio que se suscitó entre la casa Ralf Sommer y el ferrocarril central para el pago de los daños ocasionados a la presa del torreón.

La compañía ferroviaria mandó peritos para defenderse, quienes argumentaban que fueron los árboles arrastrados por la corriente y no el trozo de puente quienes cauzaron los daños en la cortina.

El pleito fue ganado finalmente por la Rapp Sommer que era la dueña de las tierras y de la represa, y el ferrocarril tuvo que pagar los daños que ocasionó el derrumbamiento de su puente .

Don Ricardo Hickman mantuvo la posesión del Rancho del Torreón hasta 1886 según estaba estipulado en el contrato de arrendamiento. Y fue entonces que la viuda de Leonardo Zuloaga se lo ofreció en venta. Como don Ricardo no estaba interesado en comprarlo, terminado su contrato ?y como lo habían acordado previamente-, hizo entrega del rancho a su amigo Andrés Eppen en el mes de septiembre de 1886. Trasladándose posteriormente a vivir a San Pedro de las Colonias, Coah.

Años más tarde y por agilizar los trámites de unos papeles que le eran importantes a doña Amalia, ésta decidió registrarse ?como si hubiera nacido en San Pedro de las Colonias, Coah.?, ya que de decirles ?la verdad?, el trámite de sus papeles se alargaría por muchos meses-.

Luego de abandonar el Rancho del Torreón en 1886, años más tarde, doña Amalia Hickman se casó con don Segundo Llama, y ambos vivieron hasta su muerte en su querido ?San Pedro? en donde tuvieron muchos hijos, de los hoy día sólo sobrevive ?y aquí en Torreón- mi tía doña Margarita Llama Hickman de 89 años. (Soltera la muchacha? mmm? con razón ha durado tanto -te amo tía-).

Don Segundo murió el 15 de diciembre de 1961 a los 83 años, y doña Amalia le sobrevivió unos años más, muriendo el 27 de febrero de 1969 a los 82 años.

PD: Desconozco la historia completa del Rancho del Torreón, pero es probable que mi abuela Amalia haya sido la única persona que nació en la casa grande del Rancho del Torreón desde que ésta fue construida.

Bibliografía:

El contrato de arrendamiento del Rancho del Torreón está registrado en las páginas 165 a 167 del protocolo de 1885 del Lic. José Sariñana, Notario Público de la Villa de Lerdo, y la copia de este contrato está archivada en el Archivo Histórico del Estado de Durango.

Los datos de la creciente del Nazas y la caída del puente fueron publicados y copiados de un ejemplar del periódico El Foro publicado el miércoles ocho de agosto de 1888 y en donde se ventilaba el litigio -por la ruptura de la cortina de la presa del torreón- entre el Ferrocarril Central y la casa Rapp Sommer.

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