En el mes de julio de 1913 la Revolución Mexicana dejó a Torreón sin comunicación durante varios meses con gran parte del resto del país. Villa mantenía cercada la ciudad, existía escasez de artículos de primera necesidad y los pocos que se podían encontrar alcanzaban un precio elevado. Pero los bancos siguieron operando, todo el personal de la sucursal del Banco Nacional de México estuvo laborando durante este periodo. Al entrar a Torreón, Francisco Villa buscó fondos para sostener a su ejército. El cinco de octubre dispuso que los bancos y comercios de la localidad, le hicieran un préstamo forzoso de tres millones de pesos, correspondiéndole a cada banco aportar 120 mil pesos. Este "préstamo" provocó una situación difícil para los bancos y la población ya que al reducirse los fondos en la ciudad se notó inmediatamente la escasez de circulante reduciéndose de esa manera todo tipo de pagos y transacciones comerciales y de prestación de servicios. Como es lógico quien más sufrió la situación fueron las clases económicamente débiles, las que viven al día.
Con el fin de salvar la poca liquidez que mantenían en sus cajas o para subsanar su inexistencia, el siete del mismo mes los gerentes de cinco bancos de Torreón y uno de Gómez Palacio (de La Laguna, de Coahuila, Nacional de México, de Londres y México, Deutsch- Sudamerikanische y Minero de Gómez Palacio), convinieron que cada banco extendiera cheques a cargo de los otros, en denominaciones de 1, 2, 5, 10 y 20 pesos, que circularían entre el público como dinero; serían cheques pagaderos en efectivo una vez se abriera la línea del ferrocarril a la Ciudad de México.
Los billetes ?de banco a banco? fueron impresos por C. Montalrio y Valdez en diferentes tipos de papel. En el billete, en el ángulo inferior derecho aparecía el nombre del banco que giraba en tanto que el banco girado aparecía en el centro, con letras grandes. Estos "billetes" se volvieron a emitir el 18 de diciembre de ese año y el cinco de enero y seis de abril de 1914.
Eduardo Guerra nos dice acerca de este acontecimiento: "Para el mes de febrero de l914 y habiendo escasez, de metálico, para pago de los haberes de sus tropas, el general Velasco gestionó ante los bancos locales un empréstito que se cubrió con billetes de papel moneda impreso aquí mismo, y al que denominaron ?cheques de banco a banco??.
Por su parte, el Banco Americano de Torreón hizo circular sus propios cheques como dinero. Algunos de los cheques que aún existen tienen impresa la leyenda: San Luis Potosí y Guanajuato, por lo que es muy posible que se hayan usado fuera de La Laguna.
Además de este tipo de dinero, circulaban por la ciudad, al mismo tiempo, cupones para ser usados como pasaje en el tranvía eléctrico de Torreón a Lerdo o bien, como dinero en efectivo, así como cupones, monedas y billetes de las grandes haciendas de la comarca.
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