EFE
MADRID, ESPAÑA.- Después de tres años, desde la publicación de Dímelo en la Calle, durante los que ha escrito mucho y ha atravesado un depresión, Joaquín Sabina regresa ?con ganas y miedo de escenario? y nuevo álbum, Alivio de Luto, con el que no duda en decir: ?a los fans hay que traicionarlos un poquito con cada disco?.
Y lo dice convencido, ya que ?o sorprendes y cambias un poco, o te haces conservador y terminas escribiendo años tras año una nueva versión de Princesa. He hecho el disco que quería hacer y ojalá coincida con los gustos del público?, asegura en una entrevista.
Cuando hace 27 años grabó ?en plena mili (servicio militar) y sin prestar atención?, su primer álbum, Inventario, ?ni siquiera pensaba cantar o grabar un disco?. Simplemente un amigo suyo mandó ?unas canciones que no eran ni maqueta?, grabadas a guitarra en magnetofón a Moviplay y ?les pareció bien?.
Sabina reconoce que ?no sabía nada de componer, ni de cantar, aunque quería aparentar que tenía una bonita voz, algo que -asegura- no he tenido nunca?. ?Con los años -afirma- he ido aceptando que mi voz era mejor si no la maquillaba demasiado?.
De ahí que Alivio de Luto (Sony-BMG), a la venta esta semana, sea un ?disco sin maquillajes, completamente desnudo; no hay ni siquiera efectos en la voz?, porque eso es lo que le ?apetecía?.
Y Sabina lo explica así: ?Cómo llevo tres años sin estar en el escenario, quería reflejar la época que he vivido, que no ha sido de las mejores de mi vida, puesto que tuve un accidente cerebral, del que no me quedaron secuelas psíquicas pero sí psicológicas, en forma de depresión?.
Para ?esta crónica sobre los últimos tres años?, además de colaboraciones con Las Supremas de Móstoles y Paco Ortega, ha vuelto a contar con sus inseparables Pancho Varona y Antonio García de Diego, con los que comenzó a trabajar en 1988 con El Hombre del Traje Gris.
?Les traicioné un par de años con Fito Páez y con el disco 9 Días y 500 Noches, pero de nuevo están como habían estado antes. Yo creo que Pancho, Antonio y yo somos más grupo que la inmensa mayoría de los que conozco. Sin ellos y sin la voz de Olga Román no me subiría a un escenario?.
Para Alivio de Luto había barajado títulos como Números Rojos, pero se aburrió de él cuando empezó a salir en prensa, y Doce + Una, que le ?pareció muy frío?. Por eso recuperó el término ?alivio de luto?, que ?está en desuso?, primero porque se siente ?aliviado? y ?refleja esa cosa un poco after-fúnebre que define el momento? que vive ahora.
