Llegan las tropas españolas de la OTAN con ayuda a Cachemira.
EFE
ISLAMABAD, PAKISTÁN.- El norte de Pakistán fue sacudido ayer por la mañana por un temblor de más de seis grados de intensidad en la escala Ritcher, informó el Servicio Meteorológico paquistaní.
Según esta fuente el seísmo se sintió a las 07:12 hora local (02.12 Tiempo del Meridiano de Greenwich GMT, por sus siglas en inglés) y tuvo su epicentro unos 200 kilómetros al este de la ciudad de Peshawar y se sintió en la capital del país, Islamabad, y en la zona golpeada por el terremoto del pasado ocho de octubre, en las regiones de Cachemira y la provincia Frontera del Noroeste.
Expertos meteorológicos paquistaníes trabajan para determinar con exactitud la magnitud del temblor.
También ayer por la mañana mañana se registraron otros dos temblores significativos, aunque de menor intensidad que alcanzaron los 4.3 y 4.5 grados respectivamente.
Pakistán ha sufrido decenas de réplicas del terremoto que tuvo lugar hace ya casi un mes en el norte del país, que acabó con la vida de más de 73 mil personas y afectó a unos 3.3 millones, de los que cerca de 800 mil han quedado sin hogar cuando ya se registran temperaturas bajo cero en la región.
Por otro lado, la avanzadilla española bajo bandera de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), obligada esta semana a aplazar en dos ocasiones su despliegue por problemas logísticos y burocráticos, llegó ayer a la región de Cachemira devastada por el terremoto.
Los soldados españoles llegaron a las 22.45 hora local (18:45 GMT) la localidad de Arja, en cuyas inmediaciones estará instalada la base de operaciones del contingente durante los aproximadamente tres meses durará su misión humanitaria.
Los tres microbuses civiles en los viajaron los 30 efectivos de la Unidad de Apoyo al Despliegue (UAD), así como seis soldados de la Brigada Paracaidista (Bripat) con base en Madrid, y de la Brigada Ligera Aerotransportada, tardaron casi doce horas en recorrer los cerca de 120 kilómetros que separan Arja de la ciudad de Rawalpindi, donde se encontraban desde el pasado miércoles.
Durante todo el trayecto por una angosta y serpenteada carretera, la única por la que se puede acceder a Cachemira, el convoy estuvo protegido por la Policía Militar paquistaní.
?El viaje ha transcurrido sin incidentes, pero hemos dejado atrás a los vehículos pesados?, señaló el capitán paquistaní al mando del convoy.
Al descender de los microbuses y poner pies sobre la tierra de la explanada situada en el idílico valle de Dhani, donde estará ubicado el campamento, los soldados no pudieron ocultar su júbilo. ?Por fin hemos llegado, lo conseguimos?, exclamaron algunos de los soldados, que llegaron hace más de una semana a Pakistán, al mismo tiempo que hacían con sus dedos la señal de victoria en medio de la oscura noche, y cuando el frío ya comenzaba a notarse.