Auto ?fantasma? embiste y mata a un parroquiano.
No es el primer accidente que ocurre en el lugar y autoridades advierten su peligrosidad.
EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Cuando intentaba cruzar la carretera federal la madrugada de ayer, luego de salir de una cantina ubicada en Cuencamé, Pascual Méndez Sánchez fue arrollado y muerto por un veloz vehículo cuyo conductor se dio a la fuga.
La Subprocuraduría de Justicia de la región Laguna Durango, informó que los hechos en que perdiera la vida Pascual, de 32 años y con domicilio en calle Calixto Contreras, número 621 de la citada población, ocurrieron cerca de las 2:30 horas por la carretera federal, a la altura del restaurante bar La Chona.
Estallamiento de vísceras, fractura en ambas piernas y politraumatismo, son las lesiones que le costaron la vida a Pascual, de acuerdo a lo informado por el médico forense, Armando Castillo González, quien practicó la necropsia de Ley en esta ciudad.
De acuerdo a un testigo, Calixto intentaba cruzar la carretera sin percatarse de que se aproximaba un veloz vehículo cuyas características se desconocen y el impacto fue inevitable, quedando la víctima varios metros adelante en tanto que el conductor huyó.
Al reconocer al atropellado, algunos vecinos informaron a sus familiares y fue Rosalba Méndez Sánchez, de 30 años de edad, hermana de Pascual, quien identificó de manera oficial el cuerpo ante el agente investigador del Ministerio Público, Pedro Ramírez Páez, que tomó conocimiento del caso.
Las autoridades ordenaron el traslado del cuerpo de Méndez Sánchez al Servicio Médico Forense (Semefo) para la autopsia de Ley y posterior entrega del occiso a sus familiares.
De acuerdo a los agentes de la Policía Ministerial, el suceso no es el único caso en aquella población, pues ya existen antecedentes de accidentes similares.
El lugar donde perdió la vida Pascual Méndez Sánchez, es calificado por las autoridades judiciales como de alto riego, pues ya son varios los accidentes fatales que ocurren en ese mismo tramo.
El peligro se incrementa cuando los parroquianos que asisten a las cantinas ubicadas a pie de carretera, salen bajo los efectos del alcohol y no miden los riesgos al cruzar la carretera federal, donde transitan los vehículos a velocidades altas.
El exceso en el consumo de bebidas alcohólicas se torna muy peligroso, toda vez que la mayoría de los parroquianos que acuden a las cantinas tienen que atravesar para regresar a su casa.