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Salinas está viendo a futuro

Salvador García

Por eso ahora que reaparece con sus actos sociales, como su presencia el diez de agosto en Valle de Chalco o su visita a Quintana Roo el 26 del mismo mes, y el anuncio de su Fundación Solidaridad, lo más simple es pensar que Salinas quiere jugar a la sucesión del próximo año.

Con Carlos Salinas de Gortari ningún movimiento carece de sentido. Si el ex presidente reaparece justo ahora y retoma la actividad pública, es porque detrás de cada uno de sus pasos hay una estrategia bien planeada. Y no es que se trate del temible y perverso personaje que sus enemigos satanizan para proyectar el tamaño del miedo que le tienen; pero de que Salinas vuelve para hacer política, ni quien lo dude.

Antes de hacer juicios lapidarios o apresuradas lecturas de lo que busca el ex presidente, habría qué ver con cuidado la lógica y los tiempos en que se mueve. Si algo ha caracterizado a Salinas es siempre su visión de futuro.

Conocedor como pocos de las entrañas de lo que él bautizó como la nomenclatura, y practicante consumado de la real politik, nunca sus pasos -ni cuando quería ser presidente ni cuando lo fue-, se guiaron por la coyuntura. Salvo en la descomposición del 94 y en sus desgracias del 95, sus pasos y acciones siempre fueron trazados para objetivos a futuro. Así lo hizo cuando escaló posiciones en la Secretaría de Programación y Presupuesto (SPP), hasta llegar a la cima que lo catapultó a Los Pinos; o cuando, ya presidente, impulsó y negoció el TLC y diseñó su fallido plan transexenal.

Por eso ahora que reaparece con sus actos sociales, como su presencia el diez de agosto en Valle de Chalco o su visita a Quintana Roo el 26 del mismo mes, y el anuncio de su Fundación Solidaridad, lo más simple es pensar que Salinas quiere jugar a la sucesión del próximo año.

En esa, es cierto, tiene fichas como la de Arturo Montiel en el PRI, Santiago Creel en el PAN o la misma Elba Esther Gordillo, donde quiera que termine la maestra; pero la verdadera jugada del ex presidente parece pensada a futuro, incluso después del dos de julio del 2006.

Las redes sociales de los comités de Solidaridad que Salinas ha empezado a visitar, son una estructura real que, aunque adormilada, siempre ha estado activa. Carlos Rojas Gutiérrez, uno de sus creadores, se encargó estos años de ausencia de Salinas de mantener contacto y comunicación con toda la red de operadores que a nivel nacional llegó a tener Pronasol y que mantienen su lealtad al salinismo.

Esa es la estructura que retomará la Fundación Solidaridad que, aunque hoy se presenta como ?enlace entre los que tienen las necesidades y los que pueden ayudar?, es en realidad el germen de algo más...

La idea de un partido propio siempre ha rondado la cabeza de los salinistas. Desde que estaba en el poder, el proyecto de Salinas de Gortari de transformar al PRI en un nuevo partido ciudadanizado y despojado de sus viejas estructuras corporativas fue algo real que en su momento se pospuso ante la falta de condiciones.

El mismo proyecto que no prosperó en 1993, lo han mantenido y perfeccionado con los años. Tras la derrota del PRI en 2000, los salinistas analizaron lanzar su nuevo partido, ante la descomposición y ruptura que esperaban en el priismo.

A mediados de 2002, la idea se manejó con fuerza en la élite salinista y hubo incluso preparativos para anunciar el surgimiento de la nueva organización; algo ocurrió que pospusieron de nuevo sus planes. Pero ahora que ese viejo PRI se convulsiona y que no cambia ni un ápice, y por el contrario retrocede con los madracistas que sueñan restaurar el viejo régimen, el proyecto salinista de dar vida a un partido nuevo parece reactivarse.

Ahí entra la visión de futuro de Salinas. Su apuesta no es para hoy ni para mañana o para 2006; sus pasos de ahora van más adelante: el ex presidente sabe que un PRI dividido, como el que dejará Roberto Madrazo, difícilmente recuperará la Presidencia y, ante la derrota, la diáspora y la balcanización de los grupos priístas, contenida en el 2000, es un escenario bastante posible.

Y cuando eso ocurra, ahí estará Salinas para cachar pedazos del viejo priismo y combinarlos con su estructura territorial de Solidaridad, que para entonces estará bien aceitada y vigente en casi todo el país, y entonces sí lanzar lo que alguna vez quiso llamarse el ?Partido de la Solidaridad? o el ?Partido de la Justicia Social?. ¿Seguirán pensando en esos nombres o tendrán uno nuevo?

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