Washington (EFE).-
Decidida a emplear el tirón de su nombre para luchar contra la violencia doméstica, la actriz mexicana Salma Hayek testificó ante el Senado de EEUU para presionar en favor de una ley que ayude a erradicar ese problema.
Hayek lamentó que en un país donde el asunto de la seguridad es tan recurrente haya muchas mujeres que no se sienten seguras en su propia casa.
La protagonista de éxitos como "Frida", que testificó en calidad de portavoz de la Fundación Avon, que se dedica a la lucha contra la violencia doméstica, dijo que el problema se ha convertido en una auténtica epidemia.
Más de 2,5 millones de mujeres sufren malos tratos en sus hogares todos los años y casi una de cada tres sufre por lo menos una agresión física por parte de su pareja durante su vida.
"Este país tiene un triste historial de violencia doméstica", señaló Hayek.
La actriz, que atrajo hasta el Capitolio a una tropa de admiradoras y admiradores, en su mayoría adolescentes, relató la historia de Gladys Ricart, asesinada de un balazo el día de su boda a manos de su antiguo novio.
El proyecto por el que aboga Hayek autoriza el gasto de 795 millones de dólares durante cuatro años en diversos programas, desde servicios a las víctimas como refugios y programas educativos hasta entrenamiento especializado para llevar a cabo arrestos y enjuiciamientos.
La actriz latina no fue la única famosa en testificar ante el Senado.
También lo hizo el ex jugador de la NBA M.L. Carr, quien señaló que como profesional del baloncesto es "consciente de la influencia de figuras del deporte en la juventud", y que ha visto lo que pasa cuando los jóvenes "no tienen modelos positivos que seguir". EFE