Londres, (EFE).- Los pasajeros de un avión pueden poner en riesgo su salud por el descenso de los niveles de oxígeno en este medio de transporte, pues, reduciendo la ventilación de la cabina, las compañías ahorran combustible y prolongan la vida de sus aeronaves.
El 54 por ciento de los pasajeros pierde un 6 por ciento de oxígeno al volar, nivel suficiente para que a un paciente le coloquen una mascarilla de oxígeno en un hospital, según un estudio publicado en "Anestesia", revista de la Asociación de Anestesistas de Gran Bretaña e Irlanda.
El estudio apunta que la reducción de costos de las aerolíneas juega un papel importante en la falta de ventilación, pues los aviones modernos pueden volar a gran altura y un continuo cambio en la presión del avión reduce los años de utilidad de éstos.
Para el estudio, un equipo de expertos de Belfast (Irlanda) midió el nivel de saturación de oxígeno en la sangre de los pasajeros antes y después del despegue del avión y descubrió que caía del 97 al 93 por ciento con la altitud.
Ese descenso en la ventilación resulta perjudicial para más de la mitad de los pasajeros de una aeronave, pues la falta de oxígeno en la sangre aumenta el riesgo de ser víctima de una trombosis incluso para una persona que no tenga problemas de salud.
"Esa caída en los niveles de oxígeno, junto a factores como la deshidratación, inmovilidad y baja humedad, pueden contribuir a la aparición de enfermedades durante y después de un vuelo", señala el estudio.