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México, DF.- Los cuatro puntos cardinales de la Plaza de la Constitución fueron invadidos con la música del guitarrista de origen mexicano Carlos Santana, quien con sus éxitos hizo vibrar a más de 120 mil personas de todas las edades y clases sociales.
En punto de las 21:00 horas el rockero nacido en Autlán, Jalisco, arribó al escenario con su clásico atuendo: boina negra, pantalón blanco y playera negra estampada con la Virgen de Guadalupe, dispuesto a dar lo mejor de sí en su concierto gratuito.
La sorpresa de la noche en el Zócalo capitalino fue el inicio del concierto con el mariachi Gama Mil, que de inmediato entonó las conocidas Golondrinas.
Acto seguido interpretó el Son de la Negra, que aparte de ser coreado por el público también lo acompañó Santana con su guitarra eléctrica. Después, el chamán de la música junto con su vocalista Andy Vargas interpretaron las canciones Fuego, No tengo a nadie y Yaleo, una mezcla de jazz con blues.
Ante la magistral ejecución de Santana, un espectador no pudo abstenerse de gritarle: ?Esta música levanta a los muertos!?, lo que motivó el aplauso de los que estaban a su alrededor.
Más tarde dedicó a sus seguidores Smooth, Jingo, Talismán, Roule, Migra, I Love Supreme, No one to Depend On, temas que tienen un lugar privilegiado en el gusto popular.
?Es un honor estar esta noche en el Centro de las Américas, en México, porque desde Canadá hasta Argentina éste es el centro del corazón. La realidad es que este tiempo está muy duro, pero existe el amor y el respeto, aunque falta la compasión.
?Con la música se puede cambiar la mentalidad de la gente, hasta de Bush. Hay que buscar que den comidas gratis a la gente, si es posible?, señaló Santana, quien fue interrumpido con los chiflidos de inconformidad de muchos.
Santana también aprovechó para promover la cultura mexicana y abogar por la paz en lo que él llamó ?El corazón de América?. ?Yo invito a los tres partidos (PAN, PRI y PRD) que dejen a un lado las diferencias, que dejen de estar como perros y gatos? Acto seguido, junto con su hijo Salvador Santana, el brujo del rock mexicano logró prender aún más a la concurrencia con Corazón Espinado y Oye Cómo Va.
Por espacio de dos horas Carlos Santana movió al público con canciones como Mujer de Magia Negra, Yaleo, Spiritual, Carnaval, María María, Samba pa? ti y Stormy; aunque se quedó esperando Europa.
No obstante las cervezas y la marihuana que circularon entre los presentes a lo largo de la velada, el concierto terminó sin incidentes, quizá porque se tomó muy en cuenta el mensaje que les dio Santana: ?La mejor de las bendiciones México: amor, luz, paz, armonía y amor?.
De nueva cuenta el músico radicado en Estados Unidos demostró su calidad interpretativa, lo cual lo mantiene en los primeros sitios de popularidad.
Al término del concierto las autoridades sólo reportaron 26 servicios médicos por dolor de cabeza, mareos, crisis nerviosas y malestar estomacal.
No le gustaba venir a México
A Carlos Santana antes no le gustaba venir a México por el ambiente de corrupción e inseguridad que proliferaba en el País, aseguró Fher Olvera, líder de Maná y amigo del músico.
En entrevista telefónica desde Guadalajara, Fher comentó que anteriores visitas (en 1991 y 1993) a la Ciudad de México, le dejaron mal sabor de boca al autlense, y si decidió regresar en 1999 fue porque entre muchos cuates lo convencieron. ?Él quiere mucho a México, pero no le gustaba venir (a tocar). Sentía que tenía algo relacionado con las autoridades, con la corrupción?, señaló el intérprete de Mariposa Traicionera.
La corrupción le parecía horrible y la inseguridad se la imaginaba hasta en los conciertos, donde no estaba seguro de que hubiera una organización adecuada para evitar violencia y desorden masivo, añadió el músico.
?Por pláticas, me di cuenta de que no quería venir por sus ondas con el Gobierno. Le molestaba mucho que fuera tan corrupto, que los dirigentes de su país hubieran creado tantos pobres, que todo el PRI, porque tenía la idea sólo de ese partido, haya tratado tan mal al País.
?Lo mismo con los conciertos, pensaba, por muchas cosas que le decían, que no eran seguros, que iba a haber mucha inseguridad, muchos altercados. Tenía una idea distinta, por inseguridad, por corrupción y finalmente se animó a venir y se presentó (en 1999). Todo lo vio distinto, ya han mejorado muchas cosas, sobre todo en las condiciones en que se daban los conciertos, hay más organización y seguridad?, recalcó el cantante y compositor.