“Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”, dice San Juan (8,32) que dijo Jesús. La crisis política producida por el desafuero ha causado una gran desilusión a millones de mexicanos ingenuos que ya se habían quitado la vieja, la denigrante y apestosa piel de borrego. Se sentían muy bien en su papel de ciudadanos de verdad y consideraban que “ahora sí va en serio”.
Es cierto que al ídolo de 2000 se le vieron muy pronto los pies de barro, las mentiras y el entreguismo, pero se decían que bien que mal había un Congreso que no permitiría que se siguiera enajenando al país y que el presidencialismo absoluto había terminado.
Se sentían parte de una ciudadanía mal gobernada, pero hasta cierto punto escuchada, ya que había logrado “sacar al PRI de Los Pinos”, en suma, que ya los mexicanos creían tener un peso específico en las decisiones de su futuro.
Y de repente, el tiempo retrocedió 40 años, los diputados, sus “esperanzadores representantes” del PRI y del PAN, votaron a fuerza y en bloque por un asunto que decidió un puñado de poderosos (capitaneados por Marta Sahagún, dentro del poder y en las orillas empresariales, por Claudio X. González, cuya vida es un largo lambisconeo del presidente en turno, mientras cometía crímenes como acabarse los mantos freáticos del Bajío para producir “kleenex”).
A la oligarquía numéricamente mínima no le conviene el nacionalismo ni la justicia. Algunos importantes personajes del PRI -honor a quien honor merece- se manifestaron contra el desafuero a cargo del triunvirato Fox-Salinas-Madrazo.
El diputado Roberto Campa votó en contra, aunque, diputados o no, los oponentes de Madrazo sabían que no les darían hueso en el próximo Gobierno priista sin duda, si el candidato de izquierda es el desgastado y un tanto cuanto esquirol Cuauhtémoc Cárdenas, que no tuvo el valor en 1988 de defender su victoria y no tiene hoy la grandeza de entender que es demasiado tarde.
En cuanto al candidato del PAN : “¿A quién le importa?” Como bien dice el analista Humberto Hernández Haddad, al que le pregunté si sería candidata o candidato. Y es que los diputados panistas incineraron a su partido el siete de abril, sin hablar de que los únicos votantes que no se han arrepentido de su “voto útil”, son los del Yunque.
Sólo uno de los diputados del PAN, una mujer, Regina Vázquez, tuvo el arrojo, de oponerse a la orden de Marta, como reveló Germán Martínez en confesión aquí reproducida. En fin, los demás borregos escupientes de la Derecha Irracional dentro del “independiente” Poder Legislativo, se sometieron al voto en bloque cual priistas prehistóricos, como también reveló a Pablo Gómez y a Carlos Loret en el canal dos, con increíble ingenuidad rayando la estupidez (definición, no insulto) el mismo jefe de la bancada panista, José González Morfín, paisano de Cotija, Michoacán del pedófilo padre Marcial Maciel, contra el que siguen litigando los bravos “legionarios” que el gestor de Marta violó de niños. ¿Lo seguirá protegiendo el nuevo Papa? Posiblemente, viene de la oficina antes llamada Oficio de la Santa Inquisición, que quema brujas no curas pederastas.
Y según dice el amigo Daccarett, el Papa Ratzinger fue hijo de un jefe nazi y él mismo perteneció a las juventudes nazis. Pero... allá Roma. Aquí el golpe de Estado tuvo la ventaja de revelarnos la verdad: nuestra democracia es falsa. El Congreso fue tomado por el Ejecutivo, la división de poderes es un cuento chino. Y todo eso es inaceptable para el ciudadano mexicano que sí cambió.
Para colmo, la sombra dominante es un pelón con orejotas. Hoy como ayer, los diputados no son representantes del pueblo. Y los senadores tampoco. ¿A quién representa Diego? Quisieron aplastar a la Asamblea y tratar al Distrito Federal como una dependencia del Ejecutivo, una regencia bajo sus órdenes, como fue con el PRI.
Pero ya hubo tres gobernadores electos en esta ciudad, les guste o no y los tres del PRD. Sorry, Santiago, pero no son modos.. Al Congreso domesticado los ciudadanos lo rechazan furiosos... Han hecho cuentas y ya no lo quieren mantener. ¿Para qué si la ciudadanía les vale sorbete, si votan lo que quieren los oligarcas?
Las cuentas circulan por Internet. Un experto en el sistema de pagos de la República dice: “jamás les han dado tanto a los diputados y senadores”. Veamos esas cuentas: “¿Quieres saber cuánto nos costarán las cámaras en 2005? Los 500 diputados que nos enjaretaron, nos costarán casi cuatro mil millones para 2005. Es decir, cada diputado, nos costará 658 mil pesos mensuales, es decir, ocho millones al año. El Senado cuenta con 128 integrantes y pidió 1,909 millones de pesos, por lo que para 2005, cada senador nos costará casi 15 millones de pesos, es decir que el erario público va a destinar un millón 243 mil pesos al mes por cada senador. Todo lo anterior quiere decir que cada senador, nos costará por día 414 mil pesos diarios y 219 mil cada diputado. Eso incluye de los legisladores y personal que labora en las cámaras, servicios administrativos y materiales, bienes muebles e inmuebles, y subsidios. El mayor monto solicitado por el senado, es el de servicios personales, o sea las dietas, con poco más de 961 millones de pesos.
Yo me pregunto: ¿Para qué pagarles tanto dinero a fulanos a los que si faltan a trabajar, no les descuentan el día? y mira que lo hacen muy seguido. ¿Seguiremos pagándoles sus comiditas en algún restaurante francés a donde van a acordar en medio de unas cuántas botellas de coñac? ¿Acaso eso no merece una marcha? ¿Seguiremos pagándoles sus fiestecitas privadas en Mónaco, como suele hacer el “Niño Verde” o don Diego?, ¿Es justo eso cuando, alrededor del 70 por ciento de trabajadores que cotizan al Seguro Social gana menos de ocho mil pesos al mes?, eso sin hablar de los que trabajan en la informalidad, o no cuentan con prestación alguna, o de plano no tienen ni trabajo. ¿Tú pagas impuestos ? Entonces, te tengo una noticia: tú pagas por éstos”. Y no está en la lista de este contador popular, pero también, ciudadano le ayudas a Pemex (por eso no funciona) a pagar el enorme gasto del Gobierno y el costo de la propaganda dos mil millones 18 mil 560 pesos en 2004, más los viajes para irse a pitorrear al Vaticano, etc...
Y Mariano Azuela, presidente de la Suprema Corte gana $650 mil al mes. lLos mexicanos somos borregos paganos, no ciudadanos. Algo hay que hacer ¿O no?
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