En la estación radiofónica 1260, del Grupo Azir, un “paisano” se quejaba la tarde del miércoles pasado más o menos de esta manera: -Cuando regresamos a México sabemos que tenemos que traer 200 o 300 dólares de más para que no nos quiten lo que traemos para nuestras familias todos esos que nos atracan en la frontera o en las carreteras. -Pero si el presidente Fox dice que él personalmente...- Pura propaganda.
Se ríen del programa “Paisano”, los teléfonos nunca contestan y no se puede estar perdiendo tiempo y más dinero denunciando los hechos con los ministerios públicos. Lo que pasa es que falta autoridad, concluye.
Tiene razón. El presidente debería estar actuando a 100 por hora para que la correcta si no cálida bienvenida, que el país dé a los migrantes, como promete por TV y radio, sea cierta. Debería y debemos todos recordar que estos paisanos le han permitido al actual Gobierno ufanarse de que la pobreza ha disminuido. Fox nunca les ha dado las gracias ni ha reconocido oficialmente su fantástica aportación a México, pero ahora se quiere hacer el preocupado. Lástima que como dice el paisano quejoso, que conoce la inmunda realidad, Fox no tenga en este caso como en tantos otros autoridad ni organización para cumplir sus propagandísticos propósitos.
Y ya que hablamos una vez más del tema de mexicanos eficaces y valientes que tienen que arriesgar su vida para ganar el sustento, esos millones expulsados por su tierra más que nunca carente de empleos debido a la incompetencia y soberbia del primer Gobierno panista -esperemos que el último aunque Felipe sea tan simpático como lo era Fox- es momento de preguntarle al presidente de qué le ha servido al país su “lacayismo” con Bush.
El Hitler Americano está erigiendo una verdadera muralla china, un muro de Berlín, un muro como el de Israel contra Palestina, para que no pasen los mexicanos a su tierra, en tanto que bajo el agua literalmente se chupa nuestro petróleo. En el Golfo de México no reconocen frontera alguna sus compañías, aun en aguas territoriales.
Pero si el presidente es el primero en violar la incomprensible y comercial tregua navideña, otros tampoco la respetan y siguen hablando constantemente de política y de candidatos: esos son los “papas” de las encuestas que se creen los únicos auténticos voceros de la opinión pública. ¿Quiénes son? ¿quién los vigila, quién evalúa la honestidad y limpieza de un trabajo que sin duda cobran muy caro? ¿a quiénes encuestan? ¿a quiénes sirven en realidad manipulando a los ingenuos? Pues evidentemente a los partidos y a sus candidatos a cuyo molino llevan agua “científica” que puede ser bastante turbia.
Recordemos que esto de las polls, de las encuestas, es un producto mercadotécnico altamente “macdonald”, en el que la carne es de mentirijillas. Ayudó a Bush a obtener el trono mundial. En el campo de batalla que el IFE ordena abandonar, sin que nadie entienda porqué, a no ser para favorecer las compras navideñas y la consecuente cursilería comercial, los pontífices de las encuestas hacen de las suyas en TV y radio pues no hay más réplica que la de los conductores.
Y al más listo se le va la liebre. Por ejemplo en el programa “El Cristal con que se Mira” de Víctor Trujillo, sorprendente para Televisa así sea en el acotado cuatro, “Canal de la Ciudad”, que se reproduce por Unicable en TV de paga, Alfonso Noriega, encuestador de la empresa Eventum (de la que pude indagar sólo los nombres) le metió un golazo a Víctor Trujillo, que pretende con éxito mostrarse imparcial y analítico, además de divertido.
Espetó Eventum- Noriega uno de los pueriles y anticuados postulados de la más obsoleta Derecha: “si defiendes a los pobres estás contra los ricos a los que su trabajo les ha costado”. Naturalmente, señaló a López Obrador como si fuera esa clase de imbécil, cuando lo es precisamente el que acepta y repite el gastadísimo lugar común.
La asociación de AMLO, cuando fue jefe de Gobierno con Carlos Slim es una prueba de su entendimiento con los empresarios y de éstos con la premisa “primero los pobres para el bien de todos”. Aunque se dice por ahí que el que se quiere hoy rajar es Slim...
No sé más de Eventum ni de Alfonso Noriega, pero para muestra basta un botón. Se trata de gente impreparada para pontificar en público con encuestas serias y genuinas. Encuestadores así son francotiradores, escudados en hojas contables, que aprovechan la TV -o que la TV aprovecha para canalizar el odio a López Obrador, como el de mi exitosa y guapa amiga Adela Micha- o simplemente dicen lo que sus amos manden.
Claro, sólo manipulan a los ingenuos, pero todavía hay muchos en esta democracia. Antes que hablen, en honor a la transparencia (en la que México aun obtiene baja calificación internacional) todos los que se dedican al negocio de las encuestas deberían ser presentados al público con franqueza y previamente investigados, señalando sus tendencias y proveniencia.
El público tiene derecho a saber quién es y de dónde salió el gran encuestador cuya “Biblia” proponen la TV o la Radio. Y es que si de Alfonso Noriega sólo sé lo que vi y escuché, de María de las Heras, presitigiada y respetada encuestadora, sé -y me da ñáñaras- que es esposa del más transa-manipulador-electoral que haya parido el PRI, César Augusto Santiago, rey si no es que creador de los “carruseles y de los tamales” del PRInosaurio.
Por cierto, Madrazo, que según un grafólogo “ve p’atrás”, hipócrita amigo de Bush y criatura del pelón, se dice antineoliberal y no se dio ni cuenta del autogol que se metió defendiendo la iniciativa presentada a la Cámara de Diputados por el gordinflón Paco Rejas de Salinas, para amarrar a los designios del FMI y su gemelo el Banco Mundial, todos los organismos del país referentes al sistema económico ergo para que no pueda México jamás salir del ruinoso neoliberalismo.
Modernícese, candidote. Intente el Gynco Bilova para mejor circulación cerebral. En cuanto a encuestas, sí, pero cuando sepamos quién es quién.
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