EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Satiricosas/Música para civilizar

Manú Dornbierer

El sur de la República, es una bella región consentida de la naturaleza, pero especialmente maltratada por los políticos. Su pobreza y marginación son conocidas. Su explotación también. Y de violencia, ni hablar. Guerrero por su parte ha padecido una larguísima e inaudita Guerra Sucia, hasta la fecha impune. Pero al fin tierra de contrastes, recibió un regalo del destino que al pasar el tiempo se ha concretado en un milagro: un encuentro de todos los guerrerenses, aun de los municipios más lejanos y pobres, con la música clásica ¡ La Gran Música!

La Orquesta Filarmónica de Acapulco desde hace siete años, a cumplirse el dos de mayo, ha dado 300 conciertos tierra adentro y 200 en las ciudades, para completar un total de 500 conciertos dignos de las más refinadas salas internacionales, no importa que toque en uno de los mejores teatros de la República, el “Juan Ruiz de Alarcón” en el Centro de Convenciones, en la bellísima Santa Prisca de Taxco o en el mágico escenario de las Grutas de Cacahuamilpa, que en una plaza pública o en el campo entre vacas y maizales, o en la feria de Coyuca de Catalán, en la región de Tierra Caliente, frontera con el Michoacán, a diez horas de camino (y otras diez de regreso) de la sede acapulqueña o en algún pueblo de la Costa Chica o Grande, o de La Montaña.

El esfuerzo físico de su director Eduardo Álvarez y de los músicos de excelencia de la Filarmónica es digno del libro de Récords Guiness. La orquesta ha viajado cientos de kilómetros, de una punta a otra del estado en un par de viejos autobuses (ya pasaron a mejor vida) del Gobierno que tuvo la visión de dar luz verde al Maestro Álvarez para crear la Orquesta de Acapulco, la única que existe en el país en un destino turístico de playa. Hoy, el guerrerense más humilde -si fuera snob- podría presumir con mucha ventaja a ignaros citadinos de conocer y disfrutar a Mozart a Beethoven, Offenbach, Ravel, Carl Orf o Bizet, Verdi o Rossini, a Dvorak o Smetana, a Brahms o a Borodin, entre otros genios de la música.

Y es que la orquesta ha llevado a todo Guerrero música universal, sin discriminación y dada la pasión y las facultades didácticas del director, todos los oyentes antes de iniciarse el concierto, podemos asomarnos a las vidas de compositores famosos y aprender a valorar la música misma que estamos a punto de escuchar. Con sus fantásticas bandas folkóricas “Chile Frito”, en los lejanos pueblos se recibe a la Filamónica.

Cada vez más gente acude a los conciertos de esta orquesta única, hoy integrada por 76 músicos, a mitad mexicanos, pero también provenientes en este momento de Armenia, Rusia, Polonia, Bulgaria y USA. Eduardo Álvarez tiene además amigos solistas que lo “vienen a ver”... En el “salvaje” Guerrero la gente de las ciudades y del campo se ha cultivado y sofisticado a tal grado en materia de música que sabe, a diferencia de emperifollados visitantes nacionales o extranjeros, que no debe aplaudir entre “movimientos”.

El director ha educado al público adulto común, así como a los a los 25 mil niños y jóvenes en los conciertos didácticos.

Claro, al final el entusiasmo se desborda genuinamente y sin límite por agradecimiento. Nunca mejor ilustrada la frase “ La Música es el alimento del alma”, que en este extraño Guerrero en el que la Filarmónica se ha vuelto emblemática. Se quedan pasmados del muy alto nivel de la orquesta los turistas o los extranjeros que pasan aquí la temporada de invierno.

Por cierto, muchos de ellos insisten en decir (ojo Sectur y más aún Fonatur) que “saben que el Gobierno mexicano ha impuesto un embargo sobre Acapulco, ya que no hay vuelos directos ni publicidad de este puerto en el exterior” y dentro, todo es descalificación oficial.

Hay a veces problemas con burócratas estatales que critican el lógico subsidio que recibe la Filarmónica de Acapulco del Gobierno de Guerrero ¿acaso es porque ese subsidio no puede ir a su bolsillo? y se lo quieren disminuir o hasta retirar, para que subsista cobrando el boleto, algo que hasta ahora no le han permitido. Todas las orquestas tienen subsidio y cobran la entrada. Es lógico.

Los burócratas obviamente ignoran que sólo en países en que la educación musical general cuenta muchos siglos de existencia, hay cuatro o cinco orquestas que han podido convertirse en empresas comerciales, que ganan mucho con muy caros boletos para poder pagar bien a sus músicos y sobrevivir sin subsidio oficial, pero que así y todo requieren patrocinadores.

Años atrás me enteré por cierto que Rubén Figueroa era uno de los patrocinadores de la orquesta de Houston. ¿Lo es aún? Otro mexicano que al parecer patrocina nada menos que a la Metropolitan Opera House de New York, es José Serrano, director de la naviera Transportación Marítima Mexicana, TMM dueña de las instalaciones portuarias locales en donde en lo personal me encantaría que se alojara el Museo Marítimo de Acapulco, el único en toda la costa de nuestro Pacífico, para deleite de locales y visitantes, en vez de que estén vacías.

El vecino muelle de los cruceros lo agradecería. La gran Filarmónica de Acapulco que le da lustre a todos los eventos culturales del estado como Tianguis Turístico, Jornadas Alarconianas, Semana Altamiranista, Feria de la Plata y otras, es la orquesta del país que más trabaja y menos cobra y menos ejecutantes puede tener.

Cuesta 13 millones de pesos al año en tanto que las de otros estados cuestan en promedio entre 50 y 60 millones anuales, ofrecen menos conciertos y son elitistas, pues “descienden” a todas las capas de la población.

Hay quien califica a Eduardo Álvarez, de “Quijote de la Música”, de su enseñanza y difusión, porque además ha creado la escuela de música estatal y realiza un profundo rescate del folklore guerrerense y de la buena música.

Es el caso de “La Misa Solemne” del compositor Margarito Damián Vargas, autor del himno de Guerrero. Por fortuna, la Filarmónica sobrevivió al Gobierno que la albergó, al que siguió y esperemos que al próximo. El amor a la música de los guerrerenses no tiene vuelta y tampoco su orgullo de tener una Orquesta Filarmónica que es un ejemplo de original y eficaz de civilización, de educación y de cariño para un pueblo.

www.manu-dornbierer.com.mx

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 139339

elsiglo.mx