Los inocentes y los terroristas
(buenos y malos)
scotland Yard hizo honor a su leyenda y en menos de una semana detectó a los terroristas culpables de las explosiones de Londres. Naturalmente jóvenes musulmanes, de origen paquistaní pero británicos, ya que nacieron en la norteña ciudad inglesa de Leeds. Pero, cuan lamentable, como fueron suicidas no los pudieron detener y en cambio el mismo día de los bombazos Scotland Yard dejó escapar a dos peces gordos del terrorismo mundial. Perdió una ocasión de oro. Si hubiera querido atrapar a los autores intelectuales (co-autores, en el mejor de los casos) del detestable acto terrorista, le hubiera sido facilísimo. Los tenía enfrente y bajo los reflectores del mundo.
Se llaman Blair y Bush. Pero los dejó ir, les hizo el juego y les permitió sin morirse de la risa hablar de ?inocentes sacrificados? y de ?los que no respetan la vida humana?, para finalizar platicándonos ?los valores de Occidente? que, después de la brutal invasión de Irak, no sabemos bien a bien cuáles son.
Nada más los conocen los débiles mentales que con su voto mantienen en el poder a los dos megaterroristas B&B, poniendo en peligro no sólo a sus compatriotas sino al planeta entero. A los terroristas de Leeds les valía gorro ?los valores de Occidente?. Lo que pidieron estos ?alicaídos? es que se retiren las tropas inglesas de Afganistán y de Irak.
Sólo que eso va a estar difícil porque como dice Heinz Dietrich en el sitio ?Rebelión?: ?Tony Blair actúa en la misma liga de los grandes delincuentes políticos que su amigo George W. Bush. Es, sin duda, menos bruto y mejor actor que el capo di capi, pero los intereses que representa son idénticos. Esos intereses se pueden resumir en dos palabras: oil and empire, petróleo e imperio. Blair es tan cercano a la élite corporativa de British Petroleum (BP) and Royal Dutch Shell, dos de las cuatro empresas energéticas más poderosas del mundo y de la BAE Systems, la cuarta corporación transnacional armamentista más grande del mundo, como lo es Bush con el complejo militar-industrial de Estados Unidos. Por eso, lo llaman en Inglaterra BP-Tony.
Su cínico pensamiento ha sido expresado con claridad por su gurú de política exterior, Robert Cooper, en abril de 2002, en su famoso ensayo: ?Why we still need empires?, es decir, ?Porqué seguimos necesitando imperios?. (Lea el artículo entero en mi pagina Web). Ya lograron los terroristas ?malos?, que matan inocentes europeos (porque los inocentes gringos que murieron el 9-11 fueron víctimas, cada vez más lo creemos, de su propio Gobierno), hacerle entender a España, a través del lamentable infierno de Atocha, mayor que el de King?s Road, que no debía conservar en el Gobierno a Mr. Rebuznar cómplice de Bush.
Por ende, Zapatero ganó las elecciones y sacó a las tropas españolas del otro infierno in crescendo en que convirtió a Irak la segunda guerra familiar de los Bush. Pero, claro, los españoles no se manejan por conceptos imperiales en este siglo.
Por su parte, el primer ministro de Australia, más papista que el papa Blair, también recibió un terrible aviso en Bali el sitio de vacaciones (en Indonesia) preferido de los australianos y sin embargo ahora anuncia otra vez el envío de tropas especiales a Afganistán. ¿Para qué diablos? Cuidado con las bellísimas ciudades australianas. Ojalá el orden y la justicia que en ellas impera sean aplicados a la política externa de su primer ministro. ¿Por qué mejor no lo cambian? Si los cómplices de Bush, terroristas ?buenos?, están en la mira de Al Qaeda -según dicen algunos enterados otro invento made in USA- ojo signore Berlusconi, del que por cierto los italianos están hartos, recuerde que esa divina Roma, ya pletórica de turistas en el reciente y maravilloso fin de la primavera, es un superpatrimonio de la humanidad y no de sus personales ambiciones.
Tenga la cordura de sacar sus tropas de Irak como le piden sus súbditos. El gran negocio que será Irak o muy probablemente el gran caos, el Vietnam seco, nada tiene que ver con los italianos. Es un asunto anglosajón. La Unión Europea puede estar babeando, como Rusia, por las migajas, pero B&B, dirán que ellos se echaron la bronca y que a ellos les toca todo.
El nuevo imperialismo es más salvaje que cualquier otro. Salve a Roma y sálvese usted de la suerte de Mr. Rebuznar.
En cuanto a los daneses pues... su sirenita de Copenhague podría perder su preciosa cabeza por enésima vez... Se aliaron con los megaterroristas ?buenos? que gobiernan a ?los países civilizados?, aman al petrolero voraz, beatificado por Billy Graham, el apenas retirado y riquísimo TVpredicador que le hizo comprender al presidente de USA que ?God le enviaba la orden de aniquilar a Irak?.
¿En qué piensan los daneses? Pero volviendo a la palabra ?inocentes? ¿quienes lo son más? ¿Los ciudadanos ingleses muertos y heridos el 7-7 en las tropas de London o los niños sacrificados en Irak, asesinados, heridos, mutilados, privados de todos sus familiares y pertenencias, de su propio país por el bombardeo inicial monstruoso que tantas veces nos mostró con fruición imperialista la CNN -por cierto sería bueno mostrarlas de nuevo-, por las balaceras constantes y por las minas sembradas por las tropas ocupantes.
Habría que invitar a B&B y a todos sus compinches a ver la película ?Las tortugas pueden volar? para que se enteren de lo que han hecho. Recordando al británico George Orwell, quien decía en ?La Granja Animal?, su famosa parodia del comunismo: ?todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros?, podríamos decir, pero sin asomo de broma que: ?todas las víctimas civiles del terrorismo (bueno o malo) son inocentes, pero algunas más inocentes que otras?.
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