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FLORIDA, EU.- Las lluvias torrenciales empaparon la región noroccidental de la Florida la madrugada de ayer sábado mientras la debilitada tormenta tropical ?Arlene? se abatía contra la costa estadounidense del Golfo de México, y algunos habitantes de la región se guarecían en albergues especiales.
La primera tormenta con nombre propio de la temporada de huracanes del Océano Atlántico tenía vientos sostenidos de 96.56 kilómetros por hora (60 mph) después de haber ascendido a los 113 kph (70 mph) a media mañana, pero el Centro Nacional de Huracanes mantuvo la alerta a lo largo de la costa desde Pascagoula, Misisipi hasta Destin, al oeste de la franja noroccidental de Florida.
Los meteorólogos dijeron que había posibilidades de que ?Arlene? pudiese aumentar a huracán de categoría uno al llegar a tierra, con sus vientos más fuertes y lluvias torrenciales hacia el este del vórtice de la tormenta. Se tiene previsto que tocaría tierra a media tarde o un poco después, dijo el Centro de Huracanes.
?Anticipamos que es probable que ?Arlene? continúe con mucha fuerza esta tarde?, comentó Ben Nelson, meteorólogo del estado de Florida, ayer sábado por la tarde. ?Esa advertencia se mantiene por si acaso?. El gobernador Jeb Bush declaró el estado de emergencia.
El mayor temor reinaba en el noroeste de Florida, que sigue recuperándose del efecto del huracán ?Iván? de hace nueve meses. Montañas de escombros, viviendas desechas y tejados dañados cubiertos con plástico eran vestigios del paso del huracán.
Una tormenta adquiere categoría de huracán cuando tiene vientos sostenidos de por lo menos 119 kph (74 mph) o peligrosa marea alta, o ambas.
Las autoridades instaron a miles de habitantes de las zonas bajas de tres condados del noroeste del estado, a que evacuen el lugar, y la gente colmaba las ferreterías en busca de generadores, linternas y otros productos relacionados.
Hasta el momento la región estaba barrida por lluvias torrenciales desde la madrugada de ayer, mientras los meteorólogos hablaban de mareas de más de 1.50 metros y una acumulación de 20 centímetros de lluvia.
Ayer a media mañana, alrededor de cuatro mil habitantes del condado de Escambia habían quedado sin servicio eléctrico, aunque la energía fue repuesta casi de inmediato.
