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BUENOS AIRES, Argentina.- En medio de incidentes con la policía, enfervorizados hinchas de Boca Juniors arrasaron ayer con todos los boletos puestos a la venta para el choque del domingo ante los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) por la final de la Copa Sudamericana.
Más de 10,000 personas se congregaron frente al mítico estadio la Bombonera, pesar de que el club había informado oficialmente un día antes que no había más localidades.
Pero ante la presión de los fanáticos y en forma imprevista, Boca puso a la venta 3,000 boletos, con lo cual se espera un lleno en la cancha con unas 56,000 personas.
Antes de esa venta, se registraron incidentes en las adyacencias del estadio, con fanáticos derribando barreras de contención, ávidos por ganar lugar, y policías tratando de poner orden, según se vio en la televisión que transmitía en directo.
La policía trató de desbaratar el accionar violento de los hinchas con camiones hidrantes y hubo algunas corridas que se extendieron por un largo rato. Una vez agotados los boletos, también se registraron disturbios con aficionados enfurecidos lanzando proyectiles a la policía, que se protegía con escudos.
A pesar de que Boca Juniors dijo que no había más entradas disponibles, centenares de hinchas pasaron la noche frente al estadio.
Un boleto para este partido costaba el equivalente a unos tres dólares (tribunas populares) y 33 dólares (plateas) para los socios de Boca, y casi el doble para aquellos que no lo son. La policía no informó sobre detenidos o heridos.
Boca, el equipo más popular del país y en el año de su centenario, acaba de salir campeón del Apertura y ahora quiere repetir lo que hizo su archienemigo River Plate en 1997, cuando consiguió un campeonato local y la Supercopa en menos de una semana.
Boca y los Pumas igualaron 1-1 en el choque de ida en el Distrito Federal mexicano. El gol de visitante vale doble, por lo que el conjunto argentino será el campeón si el partido sale 0-0.
Pumas llegaba el viernes y un día después tenía previsto reconocer el estadio.
Los boquenses son actuales campeones de la Sudamericana, un certamen que está un peldaño abajo de la Copa Libertadores.
