Rescatan los buzos Castañeda el cadáver del torreonense.
EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Víctima de su imprudencia, torreonense que se metió a nadar en las traicioneras aguas del paraje conocido como La Posta, murió ahogado cuando se atoró en una de las ramas que hay en el fondo, ante la desesperación de sus amigos que presenciaron el trágico acontecimiento. Su cuerpo fue rescatado horas más tarde por los buzos Castañeda.
El lamentable incidente ocurrió alrededor de las 18:40 horas del 16 de septiembre, cuando el infortunado Aurelio Rojas Montejano, de 37 años de edad, con domicilio en calle Punta Rocosa No. 160 de la colonia San Felipe II de Torreón, Coahuila, acudió hasta ese lugar en compañía de varios de sus amigos.
Horas antes, según lo manifestado por su padre Aurelio Rojas Palacios, de 59 años de edad, vecino de calzada Saltillo 400 No. 182 norte de la colonia Nueva California, también en Torreón, asistió a un convivio del trabajo con motivo de los festejos patrios.
Fue en esos momentos que se les ocurrió ir hasta La Posta, para nadar un rato, por lo que se puso de acuerdo con sus amigos Víctor Ortega González, de 34 años, Armando Astorga Valenzuela y Gerardo Méndez Morales, de 32 años, todos con domicilio en calle Leandro Valle No. 309 poniente de la Zona Centro en esta ciudad.
Así lo hicieron y al cabo de algún tiempo llegaron al mencionado sitio donde se estanca el agua y procedieron a seguir divirtiéndose, sin pensar en la tragedia que tendría lugar.
Veinte minutos antes de las siete de la tarde, Aurelio ya se había despojado de sus ropas y se arrojó al agua de donde ya no salió, por lo que sus alarmados compañeros comenzaron a buscarlo y al ver sus resultados infructuosos, decidieron pedir auxilio a las autoridades municipales que acudieron de inmediato para reanudar la búsqueda.
Alrededor de las 21:30 horas, el cuerpo del infortunado Aurelio fue encontrado en el fondo del estanque por los buzos Castañeda que también se habían trasladado hasta el lugar para participar en las labores de rescate.
Aurelio Urbina Suárez, agente del Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Salud Personal, mesa uno, se constituyó en el sitio del accidente para dar fe del cadáver, ordenando su traslado al anfiteatro para que se le practicara la necropsia de Ley, resultando que las causa de la muerte fueron asfixia por sumersión.