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MOSCÚ, RUSIA.- Por lo menos 20 personas murieron y otras 30 resultaron heridas ayer durante una violenta jornada en el poblado uzbeco de Andizhán, en la que miles de manifestantes tomaron edificios públicos y liberaron a unos cuatro mil presos.
Reportes de prensa captados en esta capital señalan que el levantamiento social es para exigir la renuncia del presidente Islam Karimov, acusado de violar los derechos humanos de la población y de varios actos de corrupción y enriquecimiento ilícito.
De acuerdo con informes de la agencia rusa de noticias Itar-Tass la revuelta inició la noche del jueves cuando un grupo de personas exigía frente a la sede local del poder judicial la liberación de 23 presos acusados de apoyar acciones extremistas islámicas.
Ante la negativa de las autoridades, los inconformes avanzaron rumbo a la cárcel ubicada a las afueras de esa población cercana a la frontera con Kirguistán y tomaron el control del centro penitenciario en el que se encontraban unos cuatro mil internos.
Algunas fuentes señalaron que antes de arribar a su destino final, varias personas tomaron por asalto una base militar de la ex República soviética, sin que esto haya sido confirmado por alguna autoridad.
En la toma de la prisión varios policías murieron, sin que se tenga hasta el momento alguna cifra definitiva sobre las bajas entre las fuerzas de seguridad uzbecas.
La violencia se extendió hasta el centro de Andizhán en el que los sublevados tomaron el control de varias sedes del Gobierno local y de la representación regional del poder central uzbeco, además de la destrucción y saqueo de varios establecimientos comerciales.
Las fuerzas del orden han recuperado el control del centro de la ciudad y mantienen sitiados a por lo menos cien rebeldes en dos sectores de esa localidad, ubicada en el valle de Fergana, el cual es compartido por Uzbekistán y Tayikistán.
