EL UNIVERSAL-AEE
MÉXICO, DF.- Los usuarios humanos de Internet pronto serán superados en número por los miles de millones de objetos que se pueden conectar: desde zapatos hasta rasuradoras y refrigeradores, se asegura en un reporte.
Este brillante futuro conectado, como lo prevé la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT) se vuelve posible por los rápidos desarrollos tecnológicos que introducen el poder del cómputo a dispositivos de la vida cotidiana, como el empaque, que les permite conectarse a la Red de redes vía etiquetas electrónicas y sensores.
?Nos acercamos a una ?sociedad conectada y ubicua en la que las redes y los dispositivos conectados son omnipresentes?, dice la agencia de las Naciones Unidas para las telecomunicaciones en el reporte The Internet of things, liberado ayer en el marco de la Cumbre de la Sociedad de la Información.
?Todo, desde neumáticos a cepillos de dientes estarán en un radio que les permitirá conectarse; será una ?Internet de las cosas??.
Los electrodomésticos que se pueden controlar a distancia ya figuran en el mercado, así como etiquetas electrónicas que, en mayor medida, se usan para seguir bienes en tránsito, transmitir datos para inventarios y más.
?Pareciera que la ciencia-ficción lentamente se vuelve en hecho científico en esta Internet de las cosas que se basa en una Red ubicua?, dice el reporte.
La UIT identifica cuatro tecnologías llamadas ?cosas?: que etiquetan (identificación por radiofrecuencia), que sienten (sensores), que piensan (tecnologías inteligentes) que se encogen (nanotecnología).
Sin embargo, advierte que a pesar del potencial que estas tecnologías tienen para mejorar la calidad de la vida diaria, la Internet de las cosas también servirá para seguir a la gente en sus movimientos, hábitos y preferencias en todo momento, lo cual despertará mayores preocupaciones por la privacidad y la protección de los datos.
La gente deberá ser capaz de apagar sus dispositivos o borrarlos, dice la UIT.
De otra forma, las nuevas tecnologías no serán adoptadas masivamente y los gobiernos podrían legislar para proteger el derecho a elegir.