De nada sirve endurecer las penas contra negocios si no cooperan padres de familia, afirman
Sin avalar que centros donde se expenden bebidas embriagantes permitan acceso y vendan alcohol a menores de edad, la Federación de Comerciantes en Vinos, Licores y Cerveza advirtió que este problema es complejo, pues si no entran a un establecimiento a consumir, los muchachos se apoderan de las calles para hacerlo.
Por ello, Joel Hernández Sánchez, dirigente estatal del organismo, consideró de suma importancia que en la búsqueda de soluciones y la implementación de medidas correctivas participen no solamente los dueños de los establecimientos y las autoridades, con medidas más rigurosas y sanciones más severas, sino también los padres de familia.
Hernández criticó: ?La juventud ahora se siente independizada a los 14 ó 15 años porque cree que ya llegó a la edad para hacerlo. Se siente con derechos para hacer y deshacer. Pero no se puede culpar de esto únicamente a las discotecas, los bares o los centros de consumo en general?.
Dejó claro que la Federación de Comerciantes no avala ni respaldará a los negocios que, a pesar de ser socios de la agrupación, incurran en irregularidades graves como permitir el acceso y propiciar la venta de alcohol a menores de edad.
Sin embargo, comentó que posiblemente algunos negocios se hayan expuesto a una situación así ante lo difícil que es mantener abiertos los establecimientos con la pesada carga tributaria de cada mes.
?Ni así se justifica. Que quede claro. Nosotros les hemos dicho a los socios que quienes se vean inmersos en problemas de este tipo son su responsabilidad y los tendrán que enfrentar por su cuenta. Porque no vamos a defender lo que no es posible?, dijo.
En entrevista para este diario, hizo la advertencia de que cientos de menores buscan un escaparate de salida y diversión en el alcohol y la cerveza a través de los establecimientos, pero al prohibírseles tajantemente el acceso, el problema no desaparecerá, sino que cambiará de fisonomía.
?Creo que debemos abordar desde todas las vertientes esta situación problemática, porque si en los centros de consumo no se admite a estos jóvenes, se irán a las calles, a conducir por las carreteras o a ingerir alcohol, cerveza e incluso drogas en los jardines y en las plazas. Es que, si no hay educación de los padres de familia, no se acabará el fondo más peligroso del problema, que es el del consumo a temprana edad?.
Joel Hernández manifestó que es insuficiente la seguridad que brindan las autoridades en la vía pública, lo cual ocasiona que un problema social se convierta en un conflicto de inseguridad para el resto de la ciudadanía, por las consecuencias materiales que causa la ingesta de alcohol y drogas en los menores, y más aún en los que ya conducen un vehículo.
Ante tal escenario, consideró injusto que de todo se culpe a los dueños de los establecimientos con venta de alcohol. Por último, informó que la Federación de Comerciantes participa con la PGR en la campaña ?Vive Sano, ¡Aléjate de las Drogas!?, tendiente a crear conciencia entre la juventud sobre los peligros de consumir productos que crean adicción, más aún a su corta edad.
Nadie teme a policías
La avenida 20 de Noviembre, los domingos por la noche, es el centro de reunión de cientos de jóvenes que dedican el paseo para escuchar música a alto volumen y en compañía de cervezas, vino y cigarrillos.
Joel Hernández Sánchez, empresario vinatero y presidente de la Federación de Comerciantes en Vinos, Licores y Cerveza del Estado de Durango, denunció que a pesar de la presencia notoria de patrullas de Policía Preventiva y Tránsito Municipal, es evidente el consumo de alcohol, sobre todo en menores de edad y al aire libre.
Puso de ejemplo lo que ocurre las noches de cada domingo en la avenida 20 de Noviembre, para aclarar que los expendios de bebidas etílicas cierran sus horarios de venta a las cinco de la tarde como lo señala la normatividad municipal que los rige, y sin embargo, el consumo de bebidas de contenido alcohólico se da entre personas de todas las edades,y, más grave todavía, entre los menores de 18 años.
Por esa razón reiteró su conclusión: ?Los giros establecidos con venta de bebidas saben que ameritan fuertes sanciones al exceder los horarios o al venderle a menores. Y si lo hacen, es su responsabilidad. Pero, al no admitirlos, los menores andarán en las calles y seguramente las calles van a ser de ellos?.