EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Que siempre sí. Efraín García Galván, agente del Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Salud Personal, mesa dos, manifestó que efectivamente, el deceso de Carlos Arturo Rangel Pérez, el pasado domingo por la mañana, si se debió a las lesiones que sufrió a manos de un sujeto que supuestamente pretendía a su esposa.
Lo anterior terminó con una serie de especulaciones que se originaron cuando el médico legista dejó entrever la posibilidad de que el paro cardiorrespiratorio que le sobrevino a Carlos Arturo el domingo pasado por la mañana, tras haber sido intervenido quirúrgicamente de emergencia en la clínica 16 del Seguro Social, podría haber sido por causas ajenas a sus heridas.
De haber sido así, señaló el representante social, ?no tendríamos ninguna causa justificada para retener a quien es señalado de ocasionar las lesiones ni el juez penal de emitir la orden de aprehensión correspondiente?.
Carlos Arturo Rangel Pérez, de 29 años de edad, vecino de Circuito Asia, número 119-A del fraccionamiento Las Etnias, murió el pasado domingo luego de una intervención quirúrgica de emergencia para hacer una evaluación sobre las lesiones sufridas la madrugada del mismo día a manos de Manuel García Arzate.
Médicos del Seguro Social reportaron que el herido salió bien de la cirugía, pero cuando estaba en recuperación se le presentó un paro cardiorrespiratorio que se creyó fue por causas ajenas pero finalmente se demostró que sí estaba relacionado con las heridas recibidas.
García Galván manifestó en base al estudio realizado por el legista, que se comprobó que el problema se debió a una falla cardiorrespiratoria aguda irreversible, secundaria a la herida producida por instrumento cortante penetrante de cuello, que causó hemorragia externa aguda y provocó un shock hipovolémico.
El occiso fue lesionado en cinco ocasiones en diferentes partes del cuerpo durante la madrugada del 24 de julio por Manuel García Arzate, de 30 años, vecino de calle Santorini, número 426 de la colonia Valle del Nazas, empleado de una compañía gasera, quien desde tiempo atrás acosaba a la esposa de Carlos Arturo.
